El partido conservador Nueva Democracia del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha ganado las elecciones celebradas este domingo, pero sin mayoría en el parlamento, abriendo la posibilidad de un gobierno de coalición o nuevas elecciones. Con más del 85% de los votos escrutados, Nueva Democracia ha obtenido el 40,8% de los votos y 146 escaños, muy cerca de la mayoría absoluta de 150, mientras que el partido de izquierdas Syriza ha conseguido el 20,1%. Ninguno de los dos partidos llega a la mayoría absoluta, lo cual significa que tendrán que buscar socios para formar gobierno o habrá que volver a las urnas en otoño.

Mitsotakis, que fue elegido primer ministro griego en el 2019, hizo campaña con la promesa de crecimiento económico y estabilidad. Prometió continuar las reformas que Grecia ha realizado en los últimos años, como reducir el déficit presupuestario y la deuda. El partido de Mitsotakis llegaba a las elecciones defendiendo políticas liberales, la reducción de impuestos y una postura firme hacia la inmigración. No obstante, su campaña ha sido marcada por un escándalo de espionaje a la oposición y por el accidente de tren ocurrido a principios de marzo. Este accidente causó la muerte de 50 personas y dejó decenas de heridos, atribuidos a un error humano que puso de manifiesto las deficiencias de la red ferroviaria griega. Eso ha generado críticas e interrogantes sobre las políticas de seguridad e infraestructuras del gobierno. Sin embargo, el partido de Mitsotakis ha podido mantener el apoyo de los electores mediante sus propuestas económicas y migratorias, presentándose como una opción que promete estabilidad y crecimiento.

Syriza, liderado por Alexis Tsipras, hizo campaña con la promesa de justicia social y protección del medio ambiente. Tsipras prometió aumentar el salario mínimo y aumentar los impuestos a los más ricos. No está claro si Mitsotakis podrá formar un gobierno, o si lo podrá hacer el partido Syriza, así que lo más probable es que se tengan que repetir elecciones en julio, cuando el partido que gane, presumiblemente al conservador, reciba un bonus de 50 diputados que le permitiría repetir la mayoría absoluta que tenía hasta ahora.

Los líderes de los dos partidos principales han ejercido su voto por la mañana, conscientes de que las encuestas ya daban ventaja al primer ministro Kyriakos Mitsotakis, pero también sabiendo que era muy probable que ningún partido consiguiera los 151 escaños necesarios para formar un gobierno y que se tendría que ir a una segunda vuelta electoral en julio. En concreto, las encuestas pronosticaban que Nueva Democracia, el partido de Mitsotakis, obtendría el 32% de los votos, con una diferencia de 6 puntos con respecto a los resultados previstos para la coalición de izquierdas Syriza, que se situaba al 26%.