Hillary Clinton hace más de un mes que tiene a tocar la batalla para la candidatura demócrata en la Casa Blanca. Hasta ahora, sin embargo, no lo ha acabado de conseguir. El otro candidato, el senador de Vermont Bernie Sanders, ha luchado duramente hasta el final y, contra todo pronóstico, acabará la carrera de las primarias no demasiado lejos de su contrincante. 

Este martes se celebra la traca final de las primarias, con la votación de hasta seis estados, entre ellos California, que decide hasta 546 delegados bajo el método el ganador se lleva la mayoría de los votos. También votarán Montana, Nueva Jersey, Nuevo México y Dakota del Sur y del Norte. Un total de hasta 806 delegados. Quedarán todavía 45 delegados para escoger, que lo harán el día 14 en el distrito de Columbia, pero todo parece indicar que las primarias estarán decididas antes de esta cita. 

Clinton afronta la jornada de este martes con un único propósito: adjudicarse virtualmente la candidatura en la Casa Blanca. De hecho, le quedan menos de treinta delegados para proclamarse candidata. En estos momentos tiene 2.357. En las primarias ha conseguido a 1.812 delegados, que sumados a los 548 superdelegados que le han asegurado su voto en la convención que el partido celebrará en julio, casi hacen los 2.383 necesarios.

Sanders no tira la toalla

Sanders, sin embargo, no está tan lejos y se niega a tirar la toalla. En las primarias norteamericanas ha conseguido hasta 1.521 delegados, y todavía puede aumentar considerablemente este número en las primarias de mañana. El problema de Sanders es que no cuenta con el apoyo del partido. Al autoproclamado "demócrata socialista", sólo 46 'superdelegados', que son las personas del partido que pueden votar por libre en la convención del partido en Filadelfia, le han asegurado su voto. Clinton tiene casi 10 veces más.

 

El senador de Vermont fía su suerte, pues, a una posible victoria contra pronóstico en California y a persuadir a los 'superdelegados' para que le den apoyo en la convención. Las últimas encuestas, sin embargo, dan a la exprimera dama una ventaja de sólo dos puntos sobre Sanders, que si no consigue ganar este martes, ya no le quedarán demasiadas opciones de hacerse con la candidatura presidencial.