En un movimiento sorprendente, Qin Gang, hasta hoy ministro de Asuntos Exteriores de China, ha sido despedido de su cargo después de un mes sin apariciones públicas. Ha sido sustituido por su predecesor, Wang Yi, que ahora devuelve a una posición que ocupó desde marzo de 2013 hasta diciembre de 2022. Las autoridades chinas han mantenido en secreto las razones detrás de esta decisión. El anuncio se ha hecho durante una sesión del Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo (el Parlamento de China). La agencia de noticias estatal, Xinhua, ha informado de la decisión, afirmando que también se ha destituido Yi Gang, al gobernador del Banco Central, que ha sido sustituido por Pan Gongsheng.

El presidente Xi Jinping no ha perdido el tiempo y ha firmado rápidamente un decreto para ratificar los despidos. Esta decisión se ha dado al mismo tiempo que se revisaba una enmienda legal destinada a mejorar la implementación de las políticas relacionadas con la lucha contra la corrupción. El futuro político de Qin Gang ha sido objeto de especulación, especialmente después de su última aparición pública el 25 de junio, cuando se reunió con el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Andrei Rudenko. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino atribuyó inicialmente su ausencia a "motivos de salud", pero no se han dado más detalles posteriormente.

El recientemente nombrado Wang Yi ya había representado la China en la reciente reunión para abordar temas de seguridad antes de la próxima cimera de los BRICS en Johannesburgo, programado para agosto. Wang ya había sido asesor principal de política exterior de Xi después de dejar el cargo de ministro de Asuntos Exteriores, relevando al veterano diplomático Yang Jiechi, que renunció a los 72 años. Es común que funcionarios chinos de alto rango hayan desaparecido de la vista pública antes, y a menudo reaparecen más tarde para enfrentarse a medidas disciplinarias o investigaciones relacionadas con la corrupción u otros conductos ilícitas.

La reorganización del Ministerio de Asuntos Exteriores llega en un momento en que la influencia internacional de Pekín está en aumento. China ha sido involucrada activamente al mediar en cuestiones diplomáticas importantes, como la mediación de un acuerdo entre Arabia Saudí y el Irán en marzo para la restauración de las relaciones bilaterales. Además, China ha propuesto iniciativas de paz para los conflictos a Ucrania y entre Israel y Palestina. Por otra parte, también está sobre la mesa la guerra comercial con los Estados Unidos y las grandes inversiones que el país de Xi Jinping está llevando a cabo dentro de la industria de los microchips dentro de una guerra comercial de escala mundial.