Medidas drásticas, opacas y con cuentagotas. A menudo es la mejor definición para entender las noticias que nos llegan de China y ahora, también para conocer la construcción de un campo de internamiento para aislar personas en cuarentena que han sido un contacto estrecho de uno contagiado por Covid. El gobierno comunista ha decidido construir un centro de 34,2 hectáreas para albergar 4.000 personas en un campo entre las provincias de Heilongjang y Hebei aunque se han filtrado imágenes pero no se ha determinado el lugar exacto. Las fuerzas de seguridad han desplegado centenares de autocares para llevarse a las personas de sus municipios en una operación que se ha hecho, principalmente, de noche.

El aumento de positivos en esta zona ha hecho lindar a 28 millones de ciudadanos pero han reforzado la seguridad. Desde el pasado 2 de enero, se han detectado 463 contagiados y 195 asintomáticos en la provincia de Hebei. Cuando llegan al campo, las familias se encuentran con viviendas prefabricadas de 18 metros cuadrados que cuentan con instalación eléctrica, agua y WIFI a pesar de que las filtraciones que llegan es que están viviendo auténticos episodios de frío. Las imágenes oficiales hacen gala de los detalles de la construcción.

Construcción del campo Covid en tiempo récord

La realidad que llega a través de twitter y por los periodistas de investigación desplazados a la zona, es una de bien diferente. Habitaciones minúsculas por cada núcleo familiar o marchas masivas en autocar que sorprenden en toda la población y provocan el caos con largas colas y las maletas en la mano sin saber dónde los llevan exactamente.

Mientras tanto, la OMS se traslada a Wuhan

El aumento de casos en el norte de China llega en paralelo a las intenciones de la OMS para recopilar datos sobre el origen de la pandemia en Wuhan, que se encuentra en el sur. El equipo internacional, que llegó la mayoría el jueves, tiene que pasar dos semanas de cuarentena antes de empezar el trabajo. Dos de los quince miembros desplazados fueron detenidos en Singapur por su estado de salud. Uno, de nacionalidad británica, fue aprobado para viajar el viernes después de dar negativo al coronavirus, mientras que el segundo, un ciudadano sudanés del Qatar, volvió a dar positivo.

China ha contenido en gran medida la propagación interna del virus, pero la reciente subida ha generado preocupación por la proximidad a la capital, Beijing, y por|para la inminente prisa de personas que planean recurrir grandes distancias para unirse a sus familias durante el Fin de Año Lunar, la fiesta tradicional más importante. La Comisión Nacional de Salud ha informado de que 1.001 pacientes estaban siendo atendidos por la enfermedad, 26 de los cuales en estado grave.