Anders Breivik, que cumple condena por el asesinato de 77 personas en la isla de Utoya, en Noruega, ha hecho este martes el saludo nazi ante el juez al ir a declarar. Nadie se ha sorprendido por el gesto de Breivik, que ha llegado a la sala habilitada para un juicio donde se determinará si el régimen de prisión vulnera sus derechos. El fiscal general de Noruega sostiene que el terrorista pretende organizar células extremistas y afirma que sus condiciones en la prisión se ajustan a los límites permitidos.