Posición difícil para el Brasil que parece encontrarse en un camino sin salida. El presidente del país Luiz Inácio Lula da Silva, ha condenado la "violación de la integridad territorial de Ucrania" por parte de Rusia y ha vuelto a pedir mediación para poner punto final a la guerra, habiendo estado ya criticado por sus comentarios sobre la guerra. Hablando en una comida el martes con el presidente rumano Klaus Iohannis, Lula ha dicho que un grupo de naciones neutrales tiene que unirse para ayudar a negociar la paz entre Rusia y Ucrania.

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Rusia busca ahora fortalecer vínculos con el Brasil: ¿quién sale ganando?


Lula ha tenido que salir corriendo y hacer frente a críticas de los Estados Unidos por los comentarios que hizo durante el fin de semana que estaban prolongando la lucha suministrando armas en Ucrania. El martes, Ucrania también criticó a Lula para sus esfuerzos por negociar un acuerdo de paz entre Kyiv y Moscú, e invitó al líder del Brasil a ver por él mismo las consecuencias la invasión rusa.

Los intentos de Rusia para fortalecer vínculos con el Brasil

El lunes, el ministro de relaciones exteriores ruso, Serguéi Lavrov, visitó Brasilia y elogió Lula por los acuerdos de paz negociados que proponía. Un portavoz del ministerio de exteriores ucraniano, por su parte, habría dicho martes que Kyiv estaba muy atenta observante los esfuerzos de Lula por resolver el conflicto, pero también había criticado el gobierno para dar el mismo peso "a la víctima y al agresor".

Oleg Nikolenko, el portavoz ucraniano, ha confirmado que Lula había sido invitado a visitar Kyiv "para comprender las verdaderas causas de la agresión rusa y sus consecuencias para la seguridad mundial".

Lula se ha negado a suministrar armas en Ucrania y ha sugerido en varias ocasiones que el Brasil podría liderar un "club de paz" de países neutrales para mediar en las discusiones entre las dos partes, como aparte de sus esfuerzos por devolver al país sudamericano la relevancia internacional después de los años de aislamiento bajo el gobierno de Jair Bolsonaro.

Si bien es cierto que el Brasil ha tenido una larga tradición de paz y cooperación, Occidente empieza a ver más la neutralidad del país como un posicionamiento a los intereses de Rusia.

La posición del Brasil entre sus socios comerciales

Hay que tener en cuenta que el enfoque del Brasil es complejo porque los principales socios comerciales del Brasil son China y los Estados Unidos. Pero también de Rusia, que depende para las importaciones fertilizantes. Lula, pero no quiere hacer corto en sus objetivos. Y, ahora, tiene uno entre manos muy ambicioso: quiere llevar a cabo un papel de paz en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Brasil votó a favor de condenar la agresión rusa a las Naciones Unidas el mes de marzo. Ahora bien, el presidente del Brasil, consciente de su posición, se ha mostrado ambiguo. No hace mucho, incluso sugirió que Ucrania tenía que considerar renunciar a Crimea para conseguir la paz. Y hablando con los periodistas en China, expuso que los EE.UU. tendrían que dejar de animar la guerra" y que la Unión Europea "tiene que empezar a hablar de paz". En el Brasil, el enfoque de la guerra en Ucrania es parte de una larga tradición de política exterior de neutralidad.

 

Imagen principal: el presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva / Efe