Las relaciones entre Washington y La Habana se suavizan muy tímidamente. Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos, ha dado las primeras pasas para reabrir los canales entre su administración y la cubana. Los deshielo con Cuba es una promesa electoral de Biden que se ha hecho esperar. Después de la administración de Donald Trump, donde las relaciones diplomáticas todavía se resistieron más, los demócratas pretenden abrir algunas puertas. Para tal fin, la Casa Blanca ha anunciado nuevas medidas, entre las cuales se encuentra la retirada de algunas sanciones y limitaciones.

Más vuelos y viajes y la limitación del límite de remesas. Estas son las medidas estrella de Biden con respecto a Cuba. Se trata de una suavización del trato con La Habana, pero son todavía pasos muchos pequeños. El paso se ha definido como "modesto, pero positivo" para deshacer algunas de las políticas más duras impuestas por el entonces presidente Donald Trump. Sin embargo, hay expertos escépticos. "Estas son todas medidas unilaterales de los Estados Unidos y no representan un acercamiento hacia Cuba al nivel diplomático, más allá de las conversaciones recientes sobre migración," ha declarado a Efe LeoGrande, del American University en Cuba. El giro en la política hacia Cuba se produce después de una revisión interna dentro de la administración de Biden que ha llevado meses.

Más duro que Obama

Biden se sitúa lejos de la diplomacia trumpista con Cuba, pero también lo hace de la postura que tuvo Obama. Mark Feierstein, que fue asesor de Obama en temas latinoamericanos y también trabajó durante unos meses a la Administración norteamericana actual, ha declarado a Efe que Biden "tiene una idea diferente" de cómo tiene que ser la política hacia Cuba en comparación con su predecesor demócrata.

"Obama estaba preparado para ir más lejos que Biden. Obama, por ejemplo, habló de (que el Congreso había de) levantar el embargo (en Cuba), cosa que Biden nunca ha dado apoyo (desde que llegó al poder)", explicó Feierstein, que ahora trabaja a la organización Albright Stonebridge. Todavía es temprano, sin embargo, para saber hasta donde evolucionará la nueva apuesta de Biden.

A pesar de ser movimientos más tímidos que los de Obama, Biden ya ha encontrado reticencias algunos senadores, tanto demócratas como republicanos. Por ejemplo, el presidente del comité de Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, de origen cubano, ha rechazado el anuncio de Washington de nuevas solo unos minutos más tarde que se diera a conocer. Otro caso más previsible ha sido el de senadores republicanos como Marco Rubio de Florida o Ted Cruz de Texas.