Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, los países que en su día crearon el Benelux, han puesto contra las cuerdas a Polonia en la cumbre europea que se celebra hoy en Bruselas, y han pedido que no reciba fondos europeos si no cumple con la UE. Quieren que respete el criterio que el derecho europeo pasa por encima del derecho nacional, lo contrario de lo que ha fijado Polonia, y que respete el estado de derecho.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha indicado que la principal cuestión es la independencia del poder judicial, por encima de la reciente resolución del Tribunal Constitucional polaco. Será "muy difícil" ver cómo Polonia puede obtener grandes cantidades de efectivo de la UE del plan compartido de recuperación de la pandemia, si no se resuelve este problema, ha indicado Rutte.

El primer ministro belga, Alexander De Croo, ha añadido que beneficiarse de las ventajas que representa ser miembro de la UE implica aceptar normas compartidas comunitarias. "No se puede pertenecer a un club y decir que las reglas no me pertenecen", ha advertido.

Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, ha avisado de que sería vergonzoso que Polonia sólo cediera cuando se trata de dinero. Las sanciones financieras son la última solución, según Bettel, y cree que sería preferible dialogar para encontrar soluciones conjuntas. Pero sin embargo, está claro que hay que supeditarse a los criterios comunitarios.

¿España será la próxima?

 

El presidente español, Pedro Sánchez, ha mantenido una posición menos beligerante, consciente de que España puede ser la próxima en ser vigilada si no respeta la decisión de la Justicia europea sobre el president Carles Puigdemont, en el caso de que dé la razón al político catalán.

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Sánchez se ha reunido en Bruselas con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, después de la polémica generada por el Tribunal Constitucional de este país después de decretar la prevalencia del derecho local sobre el europeo. El presidente español se ha limitado a decir que Polonia es "un gran país" de la UE que tiene que liderar junto con otros el proyecto de integración comunitaria, pero que debe entender que la Unión Europea es "la guardiana de los tratados". "Su papel es cumplir y hacer cumplir a todos los estados miembros la legislación y los tratados", ha recordado.

Desde el apoyo a la Comisión, ha explicado que ha trasladado a su homólogo polaco la necesidad de encontrar una vía constructiva, de diálogo, que permita una solución, ante una situación que ha reconocido que es "compleja y difícil".

En la fotografía principal, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki / EFE