Nuevo ataque de Estado Islámico, esta vez en Al Kazemiya, al norte de Bagdad. Al menos 21 personas han muerto y 35 han resultado heridas esta mañana, después de que un suicida ha hecho estallar un cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo.

La explosión, que también ha causado destrozos en vehículos y edificios, ha obligado a las fuerzas de seguridad a cercar la zona y trasladar a los heridos al hospital, cercano al lugar del ataque.

El grupo terrorista ha reivindicado su autoría través de sus medios afines y se suma a otro ataque contra un grupo de chiitas ayer en Kabul (Afganistan) donde murieron más de 80 personas. De hecho, en Al Kazemiya se encuentra el mausoleo chií del imán Musa al Kazem, uno de los doce imanes de este credo del islam.

Estado de alerta

Desde el atentado del pasado día 3 de julio, que acabó con la vida de 292 personas (también en zona chií), el país vive en estado de alerta. Ante esta nueva desgracia, según apunta Efe, se han producido diferentes muestras de rabia e indignación hacia los gobernantes iraquíes por no haber evitado un nuevo ataque contra el barrio más mortífero del país en años.

Aunque desde hace un año Estado Islámico ha sufrido enormes pérdidas territoriales en Irak, la más reciente Fallujah, han continuado a perpetrar ataques casi diarios en los alrededores de la capital, así como algunos países de la zona.