Este martes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha visitado un nuevo y controvertido campo de detención de migrantes situado en pleno corazón de los Everglades de Florida, conocido ya con el sobrenombre de Alligator Alcatraz. Acompañado del gobernador ultraconservador Ron DeSantis, Trump ha celebrado las condiciones extremas del lugar, que según él disuadirán a los migrantes de entrar en Estados Unidos de manera irregular.
¿Cómo es este nuevo centro de detención?
El centro, construido sobre una antigua pista de aterrizaje en medio de una zona pantanosa infestada de mosquitos, caimanes y pitones, consta de grandes tiendas provisionales y empezará a recibir a los primeros detenidos esta misma semana. DeSantis, firme aliado de Trump, presentó el proyecto como un modelo para otros estados partidarios de las políticas de deportación masiva. "Muchos preferirán marcharse por su cuenta antes de acabar en un sitio como este", afirmó.
This so-called "Alligator Alcatraz" is disgusting, and is born of hatred
— BrooklynDad_Defiant!☮️ (@mmpadellan) July 1, 2025
The majority of people "detained" by ICE don't even have a criminal record. But hatred of Brown people makes MAGA think this shit is OK. It's not.
This is un-American. pic.twitter.com/SNwVwKUax6
Trump no mostró ninguna preocupación por los riesgos ambientales o humanitarios. Si no al contrario, bromeó sobre los intentos de escapada, recomendando zigzaguear para huir de los caimanes y asegurando que las opciones de sobrevivir "subirían un 1%". También elogió la rapidez con que se habían instalado las tiendas —en solo ocho días—, y declaró que el campo podría llegar a acoger a 5.000 personas.

La apertura del centro ha provocado una fuerte reacción de activistas y organizaciones de derechos humanos, que denuncian la crueldad y la intención punitiva de la instalación. Según Thomas Kennedy, portavoz de la Florida Immigrant Coalition, el campo está "diseñado para provocar sufrimiento", y recuerda una especie de fortaleza medieval rodeada de peligros naturales.
El coste económico y ambiental del proyecto
Varias entidades ambientalistas y dos tribus indígenas, los Miccosukee y los Seminole, también han denunciado el proyecto, ya que se ha levantado en tierras ancestrales y sin ningún estudio de impacto ambiental previo. La organización Friends of the Everglades, junto con el Center for Biological Diversity, ha presentado una demanda federal para detener la construcción.
El coste inicial del proyecto, que se sube hasta los 450 millones de dólares, será asumido por los contribuyentes de Florida, aunque DeSantis espera que el Departamento de Seguridad Nacional lo reembolse. El campo estará vigilado por la Guardia Nacional de Florida y pretende funcionar como una pieza clave dentro de la estrategia de detenciones masivas que Trump promueve, con el objetivo de 3.000 arrestos diarios.
Las cifras, sin embargo, ponen en duda el discurso oficial. A mediados de junio, más de 11.700 personas se encontraban en centros de detención de ICE sin antecedentes penales. Paralelamente, aumentan las muertes en custodia: el 26 de junio, un hombre cubano de 75 años que hacía casi 60 años que vivía en EE.UU. murió en un centro de Miami. Es la decimotercera muerte desde octubre. Por muchos críticos, Alligator Alcatraz no solo simboliza la criminalización de los migrantes, sino también una política basada en el miedo, el castigo y el espectáculo mediático.