Alex Kleytman, superviviente del Holocausto, ha fallecido este domingo en la playa de Bondi Beach, en Sídney, tras recibir varios disparos mientras intentaba proteger a su mujer, Larisa, durante un ataque terrorista en una celebración judía por el primer día de Janucá. El atentado, perpetrado por dos hombres armados que abrieron fuego de manera indiscriminada contra la multitud, ha causado al menos 16 muertos y una cuarentena de heridos, según han confirmado las autoridades australianas.

Kleytman y su esposa, ambos de edad avanzada, habían sobrevivido al Holocausto cuando eran niños. En el caso de Alex, su infancia estuvo marcada por unas “condiciones terribles” en Siberia, donde sufrió deportación y privaciones extremas. Después de la guerra, la pareja reconstruyó su vida y se estableció en Australia, país que acoge a una de las comunidades más grandes de supervivientes del Holocausto fuera de Israel. Casados durante 57 años, tenían dos hijos y once nietos.

La muerte de Kleytman ha conmocionado profundamente a la comunidad judía australiana, no solo por el simbolismo trágico de su gesto final —dar la vida para salvar a su mujer—, sino porque llega en medio de una escalada sostenida de odio antisemita en el país. Las autoridades han calificado el ataque de Bondi Beach como el más sangriento de una serie de incidentes violentos registrados desde el estallido de la guerra en Gaza, en octubre de 2023.

Ataques antisemitas en Australia

En los últimos dieciséis meses, Australia ha vivido una sucesión de ataques antisemitas que incluyen incendios provocados, pintadas de odio y agresiones contra establecimientos e instituciones judías. Según datos del Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano (ECAJ), entre el 1 de octubre de 2024 y el 30 de septiembre de 2025 se documentaron 1.654 incidentes antisemitas, casi cinco veces más que la media anual anterior al 7 de octubre de 2023. El jefe de los servicios de inteligencia del país, Mike Burgess, ha llegado a situar el antisemitismo como la principal amenaza a la vida en Australia.

Entre los episodios más graves destacan los incendios deliberados contra una cervecería y una delicatessen kosher en Sídney en octubre de 2024, así como el ataque a una sinagoga de Melbourne y diversos actos vandálicos con consignas explícitamente antisemitas. En algunos de estos casos, las autoridades han apuntado incluso a una posible implicación del gobierno de Irán, lo que ha tensado las relaciones diplomáticas entre Canberra y Teherán.

En este contexto, la muerte de Alex Kleytman adquiere una dimensión especialmente conmovedora. Un hombre que sobrevivió a la persecución nazi, que reconstruyó su vida lejos de Europa y que formó una familia numerosa, ha acabado muriendo víctima del mismo odio que marcó su infancia. “Que su memoria sea una bendición”, han expresado miembros de la comunidad judía, mientras Australia se pregunta cómo ha sido posible que un superviviente del Holocausto volviera a morir por ser judío, ochenta años después.