El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la agencia de inmigración de los Estados Unidos que ha sido noticia los últimos meses por las redadas que lleva a cabo en ciudades, campos y tribunales de inmigración de todo el país, ha detenido este lunes en el inmigrante salvadoreño Kilmar Ábrego García cuando este acudía a una citación en los tribunales de inmigración de la ciudad de Baltimore, en el estado de Maryland en el cual reside, con el fin de deportarlo a Uganda. Kilmar Ábrego pasó casi tres meses en la prisión de máxima seguridad CECOT, construida por el gobierno de El Salvador de Nayib Bukele para alojar miembros de las bandas criminales, después de ser deportado a aquel país "por error" aunque una orden judicial le permitía seguir residiendo en los EE.UU. a la espera de resolverse su caso de inmigración. A su retorno a los Estados Unidos fue detenido en Nashville por un proceso de tráfico de personas, pero fue liberado el pasado viernes. Ahora "ha sido detenido por ICE porque hay una orden de deportación a Uganda sobre él. Sus abogados han registrado una petición de habeas corpus en Maryland para intentar detener su deportación a Uganda", según explican fuentes próximas al caso del salvadoreño.

Ábrego Garcia fue detenido el mes de marzo de este año y deportado a El Salvador, su país de origen, donde estuvo encerrado en la prisión de máxima seguridad CECOT durante tres meses. Pocos días después de su detención, el senador Chris Van Hollen, demócrata del estado de Marlyand, lo pudo visitar y expresó que Ábrego estaba "traumatizado" después de su experiencia en la megaprisión salvadoreña, joya de la corona de Bukele y notoria por las denuncias de abusos a los derechos humanos. El pasado mes de junio, meses después de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenara su "retorno", el inmigrante salvadoreño fue devuelto a los Estados Unidos para ser detenido en la ciudad de Nashville y enjuiciado por, presuntamente, formar parte de una trama para facilitar la entrada y el desplazamiento de inmigrante ilegales en territorio estadounidense. El viernes pasado, el juez decidió poner en libertad a Ábrego García a la espera de resolver su juicio y abrió el nuevo capítulo que se cierra este lunes con su detención por la agencia de inmigración bajo amenaza de una nueva deportación, esta vez a Uganda, país africano que anunció a principios de la semana pasada que había llegado a un acuerdo con la administración Trump para acoger inmigrantes deportados de terceros países desde los EE.UU.

Amenazado con la deportación a Uganda

Este sábado, los abogados de Ábrego declararon en un documento judicial que el Departamento de Justicia de los EE.UU. lo estaba presionando para que aceptara declararse culpable de dos delitos graves, prometiéndole deportarlo a Costa Rica, dónde quedaría libre de prisión. Pero después de que Ábrego se resistiera a la propuesta que el gobierno hizo a sus abogados, funcionarios de ICE informaron a sus abogados de que habían decidido deportarlo a Uganda. "Solo cabe una interpretación de estos hechos: el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) utilizan sus poderes colectivos para obligar a Ábrego a escoger entre una declaración de culpabilidad seguida de una relativa seguridad, o su entrega a Uganda, donde su seguridad y libertad estarían amenazadas", escribió el abogado de Ábrego, Sean Hecker, en el documento.

Denuncian "venganza" en su caso

Durante su periplo judicial al|en estado de Tennessee, donde estuvo en la prisión desde principios de junio hasta el viernes, los abogados de Ábrego García han denunciado en múltiples ocasiones que su caso judicial se trataba de una "venganza" y que los líderes de la administración Trump han hecho múltiples comentarios "incendiarios" sobre el suyo defendido durante su proceso que tenían el potencial de "manchar al jurado" y poner a Ábrego García y su familia en peligro. El pasado martes, los abogados de Ábrego presentaron un escrito al juzgado para frenar su juicio criminal con el argumento que se trataba de una "persecución vengativa" de la administración de Donald Trump.

La defensa del migrante citó declaraciones del presidente Trump, la fiscal general, Pam Bondi, y otros funcionarios que demuestran, según los abogados, que el salvadoreño fue devuelto el 6 de junio para afrontar cargos criminales a consecuencia de su búsqueda de un proceso judicial con garantías. "Los pronunciamientos públicos inéditos que atacan al Sr. Ábrego por|para su exitoso ejercicio de derechos constitucionales por parte de altos funcionarios del gabinete, líderes del DOJ (Departamento de Justicia), e incluso el presidente de los Estados Unidos hacen de este un caso en el cual la venganza es clara", sostuvieron. En aquel momento, los abogados pidieron que Ábrego pudiera volver a Maryland para estar con su familia antes de que se produjera el juicio, programado para el mes de enero de 2026, a lo cual el tribunal accedió el pasado viernes. Ahora, Ábrego se queda pendiente de que se produzca su deportación a Uganda, aunque ya el mes de marzo un juzgado le permitía quedarse en territorio estadounidense mientras se resolvía su caso de inmigración y diferentes tribunales en Maryland y el Tribunal Supremo declararon que su deportación a El Salvador fue ilegal.