Un oficial en la reserva del ejército alemán ha sido acusado de espionaje por presuntamente pasar información a los servicios de inteligencia rusos entre el 2014 y el 2020, según ha comunicado la fiscalía federal alemana. Pues bien, se sospecha que el oficial, llamado Ralph G., habría pasado información sobre las reservas del ejército alemán, el impacto de las sanciones impuestas contra Moscú en el 2014 y el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania, indica la fiscalía federal en un comunicado.

Concretamente, el acusado habría estado "en contacto con un servicio de inteligencia ruso a través de varias personas, como mínimo, desde octubre de 2014", señalan los fiscales. Y sería hasta marzo de 2020 que el llamado Ralph G. habría enviado al servicio de inteligencia ruso "documentos e información en numerosas ocasiones", relacionados con la reserva del ejército y con los negocios de este. Al lado de su papel en la reserva, el sospechoso "pertenecía a varios comités empresariales alemanes" gracias a su tarea profesional fuera del ejército.

Además, también se cree que compartió los "datos personales de miembros de alto rango de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas de Alemania)" y cifras del mundo empresarial, "incluidos los datos de contacto". "A cambio de sus servicios, el acusado recibió invitaciones a acontecimientos organizados por las agencias gubernamentales de Rusia", apuntan a los fiscales.

Ralph G. no es el primer sospechoso

Ralph G. es el último de una serie de sospechosos espías rusos descubiertos en tierras alemanas. Y es que, el científico ruso, Ilnur Nagaev, ha sido juzgado por espiar en Alemania por encargo del Kremlin, mientras trabajaba en una universidad alemana. Sobre el caso Nagaev, fue detenido por las autoridades el año pasado. Está acusado de haber facilitado información sobre el programa de cohetes espaciales Ariane de Europa con el servicio de inteligencia exterior ruso SVR.

Otro caso reciente es el del pasado mes de octubre. Entonces, un hombre alemán fue condenado a dos años de prisión, pena que después fue anulada, por haber entregado planos de edificios del Bundestag (Parlamento alemán) a los servicios secretos rusos, mientras trabajaba para una empresa de seguridad.

Finalmente, el agosto pasado, un antiguo empleado de la embajada británica en Berlín fue detenido bajo la sospecha de haber pasado documentos a la inteligencia rusa.