Nueva protesta de activistas ecologistas contra el patrimonio histórico, en este caso, en Roma. Aproximadamente diez activistas de la organización ambientalista conocida como "Ultima Generazione" han vandalizado este domingo por la mañana la emblemática Fontana di Trevi, en el corazón de Roma. Los activistas han tirado un líquido negro en el agua que rodea el monumento erigido hace más de 300 años y que representa una de las atracciones turísticas más visitadas de la capital italiana. El acto ha provocado una enérgica respuesta tanto por parte de los turistas como de los residentes locales, con insultos dirigidos hacia los activistas y momentos de tensión.

Las autoridades locales de la policía, la Polizia Locale di Roma Capitale, han intervenido rápidamente en el lugar de los hechos. Según los testigos presentes, los turistas y peatones que transitaban la zona han mostrado su desacuerdo y su indignación hacia los activistas. Posteriormente, la policía local ha detenido a los diez individuos relacionados con el grupo que han llevado a cabo la polémica protesta contra la histórica fuente barroca de la capital del Lacio.

Los activistas han acompañado su acto de vandalismo con la exhibición de una pancarta donde pedían que "no se invierta en combustibles fósiles". El líquido negro que ha manchado las aguas de la histórica Fontana di Trevi ha sido identificado como carbón vegetal. "¡Nuestro país se está muriendo!", han gritado los activistas, que han destacado las recientes inundaciones devastadoras a Emilia Romagna, que han provocado el desplazamiento de aproximadamente 30.000 personas y han causado, como mínimo, una docena de muertos.

El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, ha condenado el ataque al patrimonio artístico de la ciudad diciendo: "Bastante de este absurdo ataques a nuestro patrimonio artístico. Los costes de restauración son altos y complejos, y esperamos que no haya daños permanentes. Insto a los activistas a entablar un diálogo constructivo sin poner en riesgo los monumentos". Además, ha añadido: "Muchas personas tendrán que trabajar para eliminar la pintura y garantizar que no haya daños permanentes, como esperamos. Los monumentos siempre se enfrentan a este riesgo. Los esfuerzos de restauración siempre son costosos y tienen un impacto ambiental significativo".

No es la primera vez que se realizan acciones similares a las fuentes monumentales de la capital. El día 1 de abril, los activistas de Ultima Generazione cometieron un acto similar de vandalismo en la Fontana della Barcaccia, situada en la Piazza Navona. Más recientemente, el 6 de mayo, se lanzó carbón vegetal a la Fuente de los Cuatro Ríos, también situada en el centro en la Piazza Navona.