El podcast itinerante Voces en Ruta se detiene en el Oráculo de Delfos, situado en el Monte Parnaso y a menos de dos horas y media en coche desde Atenas, para abordar la relevancia de este yacimiento en la Grecia clásica. Después de visitar Atenas, nuestro estudio radiofónico itinerante se dirige a Delfos. Su cercanía con la capital convierte a este emblema arqueológico en una escapada perfecta para contemplar lo que un día fue el centro del universo para la Grecia clásica. El Oráculo de Delfos fue el lugar hasta el que, durante siglos, se dirigieron representaciones de ciudades y particulares para consultar las predicciones futuras a través del dios Apolo.
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La historia del Oráculo de Delfos, el centro místico de la Grecia clásica
Los restos arqueológicos de lo que en la antigüedad constituyó el ombligo del mundo son unos de los mejor conservados del país. Lejos de la actividad que un día concentró, adquirió su máxima influencia política en los siglos V y IV, y sigue siendo una de las paradas imprescindibles para descubrir la historia helena. Las palabras de la Pitia, la sacerdotisa encargada de trasladar los mensajes del dios Apolo, decidían el futuro de ciudades como Atenas y Esparta.
Entre los paisajes del Monte Parnaso, el lugar sigue cargado de misticismo. El visitante puede pasear y descubrir tres de sus zonas: el área arqueológica del Santuario de Apolo, el Museo Arqueológico y el área arqueológica del Santuario de Atenea Pronaia. Se recomienda visitar primero la zona arqueológica para después descubrir uno de los mejores museos de Grecia. En su interior destacan piezas como la Esfinge de Naxos, un cuerpo de león de mármol con cabeza de mujer, Cleobis y Bitón, dos figuras masculinas obra del escultor Polimedes, y el Ónfalo, que se compone de una piedra con forma de medio huevo que confiere al lugar la categoría de centro del universo.
Qué ver en el Oráculo de Delfos
Según la mitología, Zeus hizo volar dos águilas desde los dos puntos más opuestos del U¡universo y acabaron encontrándose en el lugar sobre el que se alzó el Oráculo de Delfos original. Allí mismo dejaron constancia de que ese sería el ombligo del mundo situando el Ónfalo. Actualmente, en el yacimiento hay una piedra que simula la ubicación que ocupaba la original —hoy en el interior del museo. En la zona arqueológica del Santuario de Apolo, el camino que conduce hasta el templo está repleto de tesoros, estructuras donadas por las ciudades en agradecimiento al dios Apolo. Entre las que mejor se conservan, el visitante podrá apreciar la grandeza de estas donaciones con el Tesoro de los Atenienses.
Las donaciones conducen por la Vía Sacra hasta el templo o santuario de Apolo, que preside el lugar. Sus ruinas pertenecen al siglo IV a.C., aunque fue construido sobre un edificio anterior. En su interior se ubicaba el ádyton, el lugar desde el que la pitonisa hacía su predicción. Con la extensión del cristianismo y la prohibición de los cultos paganos que llevó a cabo Teodosio I, se acabaron los días de gloria del Oráculo de Delfos. No será hasta finales del siglo XIX cuando arqueólogos franceses, con el apoyo del recién creado Estado griego, descubran los restos del santuario de Apolo en Delfos.
Las leyendas e historias que envuelven este lugar son el reflejo de la relevancia que adquirió en la antigüedad. Desde el podcast itinerante Voces en Ruta, en nuestro último episodio hemos querido acercarnos a la mitología y hechos históricos que habitan en Delfos de la mano de historiadores locales. Arrancamos de nuevo el motor de la Radioneta para seguir sumando kilómetros y dirigirnos a nuestro próximo destino en el país heleno.