Cuenca no es una de esas ciudades que aparecen normalmente entre las que se proponen para visitar durante una jornada, a pesar de estar relativamente cerca de importantes centros urbanos como Madrid o Valencia. Sin embargo, su casco antiguo medieval, muy bien conservado, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por eso, te proponemos algunos hitos para disfrutar de Cuenca en un día.

Las Casas Colgadas de Cuenca

Las Casas Colgadas de Cuenca o Casas Colgantes de Cuenca son el signo distintivo más conocido de esta pequeña ciudad. Estas casas, que sobresalen sobre el desfiladero del río Huécar, fueron construidas para maximizar el espacio habitable de la creciente población de Cuenca en la Edad Media.

Puedes obtener vistas fotogénicas de las casas desde ambos lados del puente de San Pablo, aunque hay que tener cuidado porque este puente puede provocarte vértigo. Además de estas impresionantes casas, encontrarás otras casas encantadoras en todo el casco antiguo que cuentan con fachadas coloridas y estructuras de piedra medievales que realmente te transportan al pasado.

El Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, un imperdible

Quizá te preguntes si alguien vive realmente en las Casas Colgadas y lo cierto es no, porque ahora albergan un elegante museo de arte, el Museo de Arte Abstracto Español. Lo mejor de este museo es el hecho de que el arte se muestra frente a las ventanas y cerca de ellas, desde donde se puede ver el desfiladero del río, lo que se crea es una sensación impresionante.

La hermosa catedral de Cuenca

Como muchas otras ciudades españolas, Cuenca alberga una catedral histórica, ubicada justo en la Plaza Mayor. Esta iglesia gótica cuenta con hermosos vitrales y obras de arte. Se recomienda apostar por la audioguía para no perderse los numerosos detalles que ofrece tan curiosa catedral.

Catedral de Cuenca / Wikipedia
Catedral de Cuenca / Wikipedia

Sus alucinantes paisajes

La ubicación y el paisaje de la ciudad se encuentran definitivamente entre las principales razones para visitar Cuenca. La ciudad definitivamente se gana su nombre con sus muchas gargantas, colinas y acantilados rocosos. Mientras recorres el casco antiguo, varios pasadizos y caminos te llevan a vistas impresionantes, así que déjate perder un poco.

Como es de esperar, las rutas de senderismo y caminatas de Cuenca son una excelente manera de disfrutar de los paisajes de la ciudad. Puedes obtener unas vistas realmente impresionantes del desfiladero del río Huécar desde el Mirador Barrio del Castillo.

Para otra gran vista, dirígete a la colina llamada Cerro del Socorro, en la cima del cual encontrarás una estatua de Cristo (al estilo de la de Río de Janeiro). El camino a la cima en realidad está marcado por piedras que llevan las 14 Estaciones de la Cruz. Definitivamente, sudarás mucho en el camino, pero vale la pena.

Otro camino panorámico es el del río Júcar. Camina a lo largo del río hasta llegar a la Bajada Angustias, que te lleva a una iglesia llamada El Santuario de Nuestra Señora de las Angustias. Echa un vistazo a la iglesia y luego continúa hacia arriba, donde te encontrarás de vuelta en el casco antiguo de Cuenca.

Los túneles de Alfonso VIII

Los Túneles de Alfonso VIII, los túneles subterráneos bajo el casco antiguo de Cuenca, han tenido varios propósitos a lo largo de la historia de la ciudad. De particular interés fue su uso como refugio antiaéreo durante la Guerra Civil. Se recomienda reservar el tour de los túneles en la oficina de turismo de Cuenca, en pleno centro del casco histórico. El recorrido te lleva por los túneles y crea una simulación teatral de cómo hubiera sido estar allí durante un ataque aéreo.