Abandonar tu querida cama durante un tiempo siempre requiere una adaptación. El jet lag, el clima, los cambios en la dieta y en los horarios. Hay muchas cosas que pueden activar el “efecto primera noche de hotel”. ¿Te ha pasado que no hay manera de que pegues ojo la primera o primeras noches de hotel? En nuestra sección fresquísima, La Tumbona de ElNacional.cat te explicamos por qué ocurre este fenómeno y cómo puedes ponerle remedio.

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Cómo dormir del tirón tu primera noche de hotel

Llegas del avión, del tren o de haber conducido muchos kilómetros y te tiras en la mullida cama de hotel con la esperanza de no despertarte hasta la mañana siguiente. Pero apagas todo y te das cuenta de que el que no se apaga es tu cerebro y, claro, terminas haciendo un laberinto con las sábanas. El motivo es el “efecto primera noche de hotel”. Tu instinto biológico detecta que estás en un entorno desconocido y mantiene activo el hemisferio izquierdo como mecanismo de defensa.

Y no es que vayas a vivir una escena de El Resplandor en el hotel, pero tu cerebro intenta protegerte, por si las moscas. ¿Y ahora qué?

Estas son las seis cosas que debes hacer para conseguir pegar ojo tu primera noche de hotel. Y no lo decimos nosotros, lo dicen los expertos:

Ventila y refresca el aire

Antes de deshacer las maletas, sea invierno o verano, lo primero que debes hacer al llegar es abrir las ventanas de par en par, antes incluso de poner el aire acondicionado o el ventilador. No duermas con el aire a menos de 20-21 grados. Al dormir, la temperatura corporal disminuirá y podrías despertarte con frío.

Orientación

Con el hemisferio izquierdo despierto, los ruidos te llegarán con mayor intensidad. Por eso conviene que sepas que en la mayoría de hoteles las habitaciones más ruidosas son las que están en la última planta (suele haber instalados reactores, aparatos, etc.), las de la parte trasera (por la piscina o jardines y zonas de paso) y las que están situadas cerca del ascensor o de máquinas expendedoras. Antes de ir, selecciona bien para asegurarte un mejor descanso.

Ducha templada

Darte una buena ducha tibia antes de dormir, relajará las tensiones del viaje y activará la melatonina, muy necesaria para que puedas con el “efecto primera noche de hotel”. El gel de baño de lavanda es perfecto para que Morfeo te visite antes.

La inseparable almohada

Hay mucha gente que no puede vivir sin su almohada y se la lleva a todas partes. Una buena forma de hacerle creer a tu instinto que todavía sigues en casa es llevarte tu propia almohada. El olor y la textura engañarán a tus neuronas y te dejará dormir mejor. Si por espacio, te resulta imposible, llévate solo la funda que estés usando en casa.

Desconectar dispositivos y revisar despertador

Tanto si has cambiado de continente y te has pasado las últimas horas en un avión, como si vienes de aquí a la vuelta, te recomendamos desconectar todos los dispositivos electrónicos cuando vayas a dormir: móvil, tablet, ordenador e incluso el reloj inteligente. Ah, y mucho cuidado con los despertadores de las habitaciones que los carga “el diablillo de los madrugadores”. Es probable que esté programado y te suene a horas poco prudentes. Dale un descanso a tu cerebro y desenchúfalo.

Cartel “No molestar”

El cartelito de “No molestar” sigue siendo igual que hace muchos años, pero ¿para qué más novedad si es sencillo el mensaje que debe transmitir? No dudes en usarlo para que no te sorprenda el servicio de limpieza con las sábanas pegadas.

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Además de estos prácticos consejos que te ayudarán a superar tu primera noche de sueño en un hotel, puedes probar con técnicas de respiración muy efectivas que te hará dormir como un bebé en pocos minutos. Beber alcohol o abundante agua, abrigarse mucho, cenar demasiado o ver la tele antes de ir a dormir, puede impedir que le ganes la batalla a esta primera noche hotelera.