Un ryokan es un alojamiento tradicional japonés, nacido como refugio medieval para los viajeros, y finalmente establecido como uno de esos hospedajes japoneses que vemos en las películas, con su tatami, sus paneles móviles, sus baños termales (onsen), jardines, y por supuesto, alimento, que va de la mano con el descanso. Es algo que vale la pena conocer si vas a Japón. Pero, ¿sabías que también puedes hospedarte en uno en Catalunya?

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Una peculiar pareja ha hecho realidad este sueño deslocalizado, abriendo el primer ryokan de Catalunya en pleno Solsonès.

Un pedacito de Japón en Catalunya

La idea se le ocurrió a una pareja que decidió materializar su realidad cultural catalano-japonesa. Él, Tessin Sano, había dirigido el restaurante japonés Kinoko de Solsona, y se dedicaba a organizar viajes gastronómicos a Japón. Ella, Nuri Jou, viene de familia agrícola de la zona, y tenía la propiedad de una masía familiar, construida en 1131 en Timoneda, en el término municipal de Lladurs, en el Solsonès. Combinar los conocimientos y experiencia de ambos era una solución óptima, y el nombre definitivo para esta creación fue Hotel Japonés Puigpinós.

La restauración de la vieja masía del siglo XII fue algo sorprendente. Se mantuvo toda la estructura original, en lo que supone una obra de conservación de patrimonio histórico importante. Pero el interior se vistió como se espera de un ryokan: con las tarimas de tatami, con futón en vez de colchón, con algunas paredes móviles y decoración japonesa sutil y elegante, con sus cortinas noren, ¡incluso con inodoros automáticos washlet como los que usan en Japón!

 

Nada más llegar, a los huéspedes se les integra en la experiencia entregándoles un yukata (un kimono ligero de algodón, ideal para el verano o para interiores) diseñado y elaborado con tejido 100% japonés por Noriko, una modista japonesa de Barcelona que también ha elaborado las cortinas noren, así como las fundas de las almohadas. Por supuesto, tampoco te faltarán unas sandalias zori para caminar por el interior de la casa.

El hotel Puigpinós cuenta con una hermosa piscina tradicional para el verano, así como bar y restaurante, donde podrás degustar la excelente cocina fusión catalano-japonesa llevada por la pareja Tomoe y Atsushi, responsables anteriormente del restaurante japonés Matatabi de Barcelona. No puedes perderte unos menús degustación basados en verduras y hortalizas japonesas que cultiva la misma Nuri Jou en su huerto ecológico junto al hotel. Tampoco las distintas actividades y experiencias organizadas, que van desde origamis a la ceremonia del té, senderismo por los alrededores, yoga, degustaciones de sake, y mucho más.

Parece mentira poder vivir una experiencia tan japonesa en pleno Solsonès, pero así es Catalunya: rica, variada, y siempre receptiva a la fusión e integración cultural. ¡Una escapada que vale mucho la pena!