Mantener la temperatura adecuada en vuestra nevera puede ser más importante de lo que os pensáis. Gracias al proceso de refrigeración que se produce en el interior de este electrodoméstico se consigue que se retrase el crecimiento de microorganismos patógenos que pueden encontrarse en los alimentos. ¿Sin embargo, a qué temperatura tiene que estar la nevera?

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¿A qué temperatura tiene que estar la nevera?

La temperatura ideal para nuestra nevera está entre los 4 y los cinco grados, incluso puede llegar a los 3. Esta temperatura es la ideal para mantener los alimentos en perfecto estado y también para alargar la vida de muchos de ellos. Por otro lado, la temperatura del congelador tiene que ir de los -17 a los -18 °C.

Si la temperatura de vuestra nevera es más elevada de los 4 o 5 °C tenéis que vigilar mucho, ya que puede provocar que las bacterias empiecen a duplicarse exponencialmente con mucha rapidez. Este hecho es uno de los más importantes a la hora de mantener una correcta temperatura en nuestro refrigerador, ya que la calidad de nuestros alimentos puede verse muy afectada hasta tal punto que pierdan gran parte de sus componentes básicos. Además, reduciréis el riesgo de intoxicación alimentaria.

A continuación te daremos recomendaciones para mantener una correcta temperatura de vuestra nevera:

  • Ubicación de la nevera: Aunque puede parecer un tema menor, la ubicación de la nevera puede ser importante. Si tenéis la nevera muy cerca de electrodomésticos que irradien calor, tenéis que alejarla para que este calor no afecte a la temperatura interior de la nevera. Eso hará que la temperatura se mantenga mejor y ahorráis dinero a final de mes en la factura.
  • Temperatura ideal: Como hemos expresado anteriormente, la temperatura ideal de la nevera tiene que estar entre los 4 °C o los 5 °C. Mientras que el congelador tiene que estar entre los -17 en los -18 °C.
  • Cerrad siempre la puerta: Puede parecer una obviedad, pero tenéis que intentar cerrar siempre la puerta de la nevera cuando cogéis cualquier alimento, ya que cada vez que abrís la puerta la temperatura interior de la nevera sube.
  • Colocación de los alimentos: Una buena distribución de los alimentos ayudará de manera vital a mantener la temperatura ideal para estos. Los alimentos que necesitan una temperatura más baja es la carne y el pescado fresco. Las frutas y las verduras podéis colocarlas en los cajones que normalmente se encuentran en la parte inferior de la nevera. Los huevos, yogures y embutidos podéis repartirles en las zonas que están arriba, o por la mitad de la nevera. Además, podéis poner los alimentos más frescos a fondo de la nevera, mientras que los que caduquen antes podéis optar para ubicarlos al principio.