La lengua puede ser un factor determinante para elegir dónde descansar durante los meses de calor, aunque todo el mundo sabe que, al final, con esfuerzo y paciencia, dos personas se pueden entender, por mucho que no compartan idioma ni contexto. Sin embargo, muchas veces es habitual que, cuando viajamos, se nos escapen frases o expresiones en nuestra lengua materna, a pesar de ser conscientes de que no nos entenderán. Pero no lo podemos evitar: las tenemos tan arraigadas que se nos hace imposible traducirlas mentalmente antes de hablar. Y en catalán, ¿has pensado alguna vez cuál es el tic lingüístico que nunca podemos evitar decir mientras estamos de viaje? En La Tumbona d'ElNacional.cat, la sección de noticias frescas para el verano, te traemos la expresión en catalán que siempre se nos escapa. Y estamos convencidos de que a ti también te pasa: ¡es inevitable no decirlo!

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Cuando hablamos de un tic lingüístico nos referimos a una expresión tan arraigada por factores culturales y sociales que la utilizamos de manera natural y, muchas veces, sin pararnos a pensar. Así, un tic lingüístico se adquiere con el paso de los años y acostumbra a pasar con una lengua materna, con la cual nos sentimos seguros y que utilizamos de forma automática. Es por eso que es muy normal que, cuando viajamos, se nos escape alguna expresión en catalán inconscientemente, que despierta la curiosidad de nuestro interlocutor.

El tic lingüístico que se nos escapa a los catalanes cuando estamos de viaje: ¿tú también lo dices?

El tic lingüístico que se nos escapa a los catalanes cuando vamos de viaje que más destaca es, sin duda, cualquier expresión para saludar a una persona. Al final, se acostumbra a utilizar palabras cortas que nos salen de manera automática, como es el caso de decir adeu o bon dia. Nos sale tan natural, que casi no lo podemos controlar. Lo mismo pasa cuando utilizamos gràcies o merci instintivamente. Son palabras que están tan arraigadas en nuestro día a día que es imposible dejar de utilizarlas, aunque nos encontremos en el extranjero.

Eso sí, oír cómo alguien las emplea nos permite detectar muy rápidamente a aquellos catalanes que recorren el mundo. A nuestro interlocutor, en cambio, le puede causar dudas. Y es que ¿quién no ha dicho merci y le han respondido con un de rien, pensándose que eras francés? ¿O decir gràcies y obtener un prego, pronunciado con un italiano semiperfecto, como respuesta?

Este no es, ni mucho menos, el único tic lingüístico que tenemos los catalanes. Y, de hecho, en La Tumbona ya hicimos un repaso de aquellas expresiones en catalán que habitualmente se nos escapan cuando hablamos en castellano. ¿A ti también te pasa?