Cierras los ojos y te ves junto al mar, con la arena cálida bajo los pies, una cerveza bien fresca entre las manos y el aire suave acariciándote la piel. Vivir en Catalunya no es solo un placer: es un lujo que muchos querrían. Y no lo decimos solo por las playas o los paisajes de postal, sino por ese conjunto de detalles que, para nosotros, son cotidianos, pero que fuera de nuestras fronteras despiertan admiración (y sí, también algo de envidia). Detalles que nos definen, que nos hacen únicos. Gracias a La Gandula estás a punto de redescubrir todo eso que hace que Catalunya sea tan especial a los ojos del mundo.
🗣️ Deja de decir 'no em diguis!': esta es la forma correcta en catalán
Las cosas que hacen que el resto del mundo nos mire con envidia
1. La sanidad y educación públicas
No todos los territorios del mundo tienen a su disposición la sanidad y educación públicas que tenemos en Catalunya. En los Estados Unidos, el coste de una visita rutinaria al médico ronda los 100€, mientras que una visita a un especialista puede llegar a los 300€. Para poder acceder a la sanidad que aquí está al alcance de todo el mundo, en muchos otros lugares se requiere un seguro médico privado que suele tener costes muy elevados.
Con respecto a la educación, en Catalunya tenemos 3.941 escuelas y 1.131 institutos públicos en datos de 2020. Aunque las familias tienen que comprar material escolar y tienen otros gastos relacionados con la educación de los niños y jóvenes catalanes, no hay cuotas de acceso a la escolarización obligatoria. Las 8 universidades públicas del país tienen cuotas de matrícula, pero también hay becas que ayudan a la movilidad y al acceso a la universidad.
2. Un clima fresco, templado y tranquilo
El clima mediterráneo es una de las grandes características que cada año atraen centenares de miles de turistas en Catalunya, especialmente en verano. Mientras que aquí los veranos son muy calurosos y a menudo secos (excepto en ciudades como Barcelona, donde seguramente notan la humedad por la proximidad con el mar), los inviernos son fríos y lluviosos, pero comparados con otras ciudades de Europa, las temperaturas no son excesivamente bajas. La primavera y el otoño son variables pero tranquilos.
Este tipo de clima lo compartimos con otros lugares como Portugal, Grecia o Italia. Pero desde este medio sabemos que pocas cosas hay en el mundo como una buena bebida refrescante después de hacer el Camino de Ronda durante la primavera o hacer una cima de los Pirineos aprovechando el fresco que hace a principios de otoño.
3. Una gastronomía ligera y vinculada a los productos de la tierra
En Catalunya no todo es pan con tomate y embutido. La escudilla y cocido, la escalivada, el fideuá, la "mel i mató", y la crema catalana son algunas aportaciones que se han hecho a la riqueza gastronómica del país. Platos buenísimos no nos faltan, y tampoco nos faltan restaurantes con un reconocimiento internacional bien destacado: desde el Celler de Can Roca, de tres estrellas Michelin, que fue el mejor restaurante del mundo en 2013 y 2015, en el Ábac de Jordi Cruz, pasando por el Sant Pau de la Carme Ruscalleda, o el histórico El Bulli, de Ferran Adrià.
Además, la gran riqueza cultural que tenemos hace que todo el mundo que quiera pueda probar la calidad gastronómica de todos el mundo en muchos pueblos y ciudades catalanes.
4. Una cultura arraigada a la calle y a las instituciones
La riqueza de la cultura popular catalana es innegable. Una de las mayores expresiones culturales son las Fiestas Mayores, que se celebran en cada pueblo, en alguna fecha señalada para el municipio. Las actividades más habituales son en la calle, y suelen incluir conciertos, bailes de sardanas, y castillos. Hay algunas muy conocidas, como la Patum de Berga, Mercè, en Barcelona, o la festividad de Sant Fèlix en Tarragona, pero las menos conocidas son igual de divertidas. Si nunca conoces un catalán, no te metas nunca con la Fiesta Mayor de su pueblo. ¡Es un gran error!
Si no eres mucho de cultura popular, también puedes escuchar música en catalán: The Tyets, Julieta, Figa Flawas, o si eres más clásico, Lluís Llach, Sopa de Cabra, o Sau. Si investigas un poco descubrirás la riqueza que tiene. Y si eres más de ir al cine, las plataformas de reproducción en línea están llenas de películas y series catalanas, como 'Alcarràs', 'Verano 1993', o 'Citas'. El problema es que no siempre las podrás ver en versión original.
5. Los paisajes vivos, en movimiento, y muy diferentes entre ellos
Pocos lugares tienen tantos paisajes bonitos y diferentes como Catalunya. Desde los núcleos urbanos, como Barcelona o Tarragona, donde se puede aprender y enriquecerse sobre el patrimonio histórico y cultural del país mientras paseas por callejones bonitos y acogedores, hasta la más calmada naturaleza de los Pirineos, donde podrás practicar senderismo y disfrutar del silencio.
Si eres más de playa, en la Costa Brava y la Costa Dorada encontrarás décimas de pueblos y playas preciosos donde disfrutar del sol, el agua clara y las calas. Si te animas, puedes hacer una ruta por el Camino de Ronda (GR-92), donde podrás disfrutar del paisaje mientras caminas tranquilamente.