Una profesora de catalán de secundaria de Girona tiene cinco clases de 3.º de ESO enfadadas. ¿El motivo? Pues porque obliga a los alumnos a hablar catalán con ella en clase de lengua catalana. Así lo ha lamentado la misma profesora a través de Facebook. Y la organización Mantinc el català se ha hecho eco de ello a través de Twitter.

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Si no lo hacen, les baja la nota de catalán del trimestre. Y, según explica la profesora, la reacción del alumnado ha sido de absoluto enfado. Y lo ha ejemplarizado con algunas de las respuestas que ha recibido por parte de los alumnos. "¡Pero esto es injusto!, ¡Nadie habla en catalán!", "¡No lo puedes ordenar!, ¡Tenemos libertad para hablar en castellano!" o "¡Pues yo hablaré en castellano!".

La profesora reflexiona sobre el estado de la lengua catalana

A continuación, la profesora hace tres reflexiones. La primera sobre el estado de la lengua en las aulas. "Si en los años 1990 me dicen que ni en las clases de Lengua Catalana hablarían en catalán, de verdad que no me lo hubiera creído. Y ahora me pasa... ¡y en Girona"!, escribe.

La segunda sobre el hábito de cambiar el catalán por el castellano con los inmigrantes. "No sé de qué sirve explicar la historia de Catalunya, de que sirve explicar a los inmigrantes que nuestro país fue importantísimo en la edad media, de que sirve aprender la dictadura de 40 años que sufrimos... De qué sirve si, cuando acabamos la clase, el catalanito de turno dice al inmigrante que tiene al lado: '¿Me dejas tu boli'?". Y añade: Aquí no hay bilingüismo, aquí hay una disglosia como una casa de pagès. Nuestros alumnos han entendido que con el castellano es suficiente y con eso les basta".

Y la tercera sobre la responsabilidad de los catalanohablantes con el débil estado de la lengua catalana. "Y la culpa es nuestra, de los catalanohablantes: culpa por pasar al castellano a la primera ocasión, culpa por comer en un restaurante donde solamente está la carta en castellano y no pedir la hoja de reclamaciones, culpa por no valorar lo suficiente ni nuestra lengua ni nuestra tierra. Y lo ha remachado, con una cita de la difunta filóloga Carme Junyent. "Lo que mata el catalán es la indiferencia. Ya puede tener mucho prestigio que, si no se usa, mal".

Finalmente, asegura que "si nuestros héroes catalanes levantaran la cabeza, la tendrían que volver a bajar de vergüenza".