Hay dos clases de viajeros: los que cuando salen solo comen comida que reconocen, o se meten en un McDonald's, y los que disfrutan probando cosas distintas y los platos locales. Y claro, cuando experimentas, a veces aciertas, y a veces no. A lo mejor el goulash con patatas sonaba maravillosamente cuando leías sobre ello antes de irte a Praga y luego el sabor te dejó plof. Quizá estabas en Escocia y te animaste a probar el haggis sin saber lo que era, y no te hizo falta saberlo porque no volverás a meterte eso en la boca en tu vida.

💡 6 inventos que seguro que no sabías que eran catalanes
 

Pero, ¿has pensado alguna vez en si a los extranjeros les pasa esto con nuestra comida? ¿Si hay platos que no les gustan y luego lo comentan de vuelta en su país? ¡En La Tumbona de ElNacional.cat hemos querido investigar los platos más odiados por los turistas! Y te va a sorprender el resultado... o quizá no.

Los platos catalanes más odiados por los turistas

¿Cómo averiguar lo que opinan los extranjeros de la comida catalana? Uno ha de navegar por foros o hablar con sus amigos de otros países, si los tiene. Pero también podemos consultar una curiosa web llamada Taste Atlas, donde viajeros de todo el globo explican, puntúan y comentan los platos y productos culinarios de cada país y región del mundo. Gracias a sus puntuaciones, suelen hacer rankings de lo mejor, y también de lo peor... y la lista catalana es llamativa.

Para empezar, a los extranjeros no les gusta la butifarra: 3 de los 10 platos más odiados de España llevan butifarra (catalana o no). Tampoco otros platos típicos que compartimos con el resto de España, como el conejo al ajillo. En la península llevamos comiendo conejo desde antes de que nos visitaran los fenicios y llamaran a esto "Tierra de conejos", pero en otros países donde no abundan tanto (o abundan otras carnes que eliminaron toda necesidad de comer conejo) lo ven casi como si comiéramos perro. 

Pero estos otros platos ya son solo catalanes... y puede que compartamos alguna de las opiniones.

Los carquiñoles

Desde la antigüedad existen los panes "bizcochos", llamados así porque se cocían dos veces (o más). Vamos: sequísimos. Ideales para largos viajes o travesías marítimas, que luego todo se pudría rápido. Pero cuando esas recetas sobreviven a los siglos y se convierten en repostería contemporánea, normalmente solo gustan a los locales. Para cualquier extranjero, comerse un carquiñol es simplemente una oportunidad de perder un diente

platos mas odiados por los turistas   carquinyolis
Carquiñoles caseros, muy ricos si tienes dentadura. Imagen: MCapdevila, CC BY-SA 3.0.

El mató

Si no te van los quesos frescos, el mató ya no te emociona. Pero es que tampoco es que tenga un sabor de otro mundo, de hecho solo es agradable comerlo si le metes miel, membrillo o mermelada. Por eso es uno de los productos catalanes con valoraciones más modestas.

La coca de San Juan

¡Sacrilegio! ¿O no? Seamos sinceros: a menudo nos metemos en la boca trozos de coca casi tan secos como un carquiñol. En muchas partes le ponen crema o chocolate para que haya algo agradable que masticar dentro de la masa, y la fruta escarchada no tiene demasiados fans ni siquiera aquí. Al final, la mejor forma de comerse esta coca es mojándola en el café con leche. Claro que peor les parece a los turistas la siguiente.

La mona de Pascua

No nos referimos a las de chocolate, que obviamente eso le gusta a casi todo el mundo. Pero la mona original, que viene a ser un bizcocho como la de San Juan, pero con un huevo duro con su cáscara dentro... ¿eso puede gustarle a alguien? Para empezar, el huevo duro ya no pega mucho con algo dulce, pero es que encima tienes que pelarlo... una bajona de postre, la verdad.

Las bolas de Picolat

Si no conoces este plato, es porque es típico de la Catalunya Nord, del Rosellón. Y, en fin, normal que no se haya extendido mucho, porque no tiene una pinta demasiado apetitosa: unas albóndigas de cerdo y ternera mezcladas con huevos, harina y en un guiso con zanahorias, tomate triturado, cebollas, ajos y olivas, que luego se mezcla con judías o con arroz... en fin, un potaje de esos fuertecillos.

platos mas odiados por los turistas   picolat

Las bolas de Picolat no parecen lo más delicioso del mundo. Imagen: Fabricio Cardenas, CC BY-SA 3.0.

Los fideos a la cazuela

Acabamos con el plato más odiado, el que recibe más hate. Lo cual no deja de ser algo sorprendente: para el que firma estas líneas, sin duda lo más asqueroso que se puede comer en Catalunya son los caracoles "a la llauna" como les gustan en Lleida. Pero para los turistas, los fideos son lo peor: secos, extraños, desagradables. Un usuario llamado Ivan Bourkov dejó en la web Taste Atlas un comentario claro y meridiano:

"Simplemente alguien decidió poner macarrones en una paella en vez de arroz, y cerdo en vez de marisco. Un plato muy jodido."

¿Qué piensas tú? Mención aparte merecerían los sacrosantos calçots, que no están mal valorados por los extranjeros ni por el resto de españoles, pero por el romesco, porque al final el calçot solo es una cebolla deforme a la brasa. ¿Cuál es para ti el peor plato de Catalunya?