"Este agosto de 2023 será inolvidable". Con esta afirmación, bajo una sonrisa, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha acabado sus vacaciones y se ha puesto el mono de negociador del PSOE para sacar adelante el primer hueso de la legislatura: la mesa del Congreso de los Diputados. Bolaños se ha acompañado de otro gato viejo de las filas socialistas, bregado en mil negociaciones parlamentarias, Rafael Simancas. Los dos han recogido las credenciales este jueves por la mañana y, después de días de contactos telefónicos, aprovecharán la jornada para ponerse manos a la obra en reuniones —una de ellas con ERC— para asegurarse que la llamada "mayoría plurinacional" se imponga dentro de una semana en la primera votación decisiva, a la vez que se garanticen la presidencia de la cámara baja.

El PSOE ha compartimentado las negociaciones de la mesa y la investidura. Para hacerlo se encomienda a la "fórmula de éxito" que han utilizado durante la legislatura anterior. "Es esencial que seamos discretos, responsables y prudentes", ha afirmado el ministro Bolaños antes de hacer el papeleo para convertirse en diputados de pleno derecho. Los socialistas se instalan en el silencio absoluto para no torpedear nada, aunque han quedado enterradas las palabras de hace justo una semana, en las que Bolaños reclamaba a ERC y Junts que abandonaran las "posiciones de máximos" que, a su entender, implican las reclamaciones de los independentistas catalanes. Bolaños tampoco ha querido entrar a hacer "quinielas" del sustituto o sustituta de Meritxell Batet al frente de la tercera institución más importante del Estado. Algunos medios editados en Madrid lo sitúan a él en el cargo.

Rufián cede el protagonismo a Jordà; Junts se escurre

La anhelada "mayoría plurinacional" tiene dos patas esenciales en la parte catalana. Una de más de buen sabor para el PSOE (ERC) y otra más agria (Junts per Catalunya). La mayoría de los diputados independentistas también han ido a hacer los trámites previos al Congreso. Entre la comitiva de Esquerra formada por cuatro representantes, ha habido una gran ausencia. Gabriel Rufián no se ha presentado porque el cabeza de lista por Barcelona todavía está "de vacaciones", han argumentado fuentes de los republicanos. Por eso, el foco se lo ha llevado la número 2 y negociadora, Teresa Jordà, que ha dado por hecho que ERC tendrá grupo parlamentario propio, ha asumido que el PSOE ostentará la presidencia de la cámara y ha apostado por una mayoría "supuestamente progresista" en el órgano de gobierno del pleno. Lo que está en discusión es que, tal y como ha pasado en otras legislaturas, un soberanista catalán o vasco pueda tener un lugar. Sin embargo, fuentes de los republicanos han aclarado que no es prioritario disponer de una vicepresidencia o secretaría.

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Los siete diputados de Junts llegan al Congreso de los Diputados / Foto: Europa Press.

La votación del 17 puede ir de un pelo y cualquier imprevisto puede provocar que la presidencia de la cámara baja recaiga en manos del PP. En este puzzle, los siete votos de Junts pueden hacer decantar la balanza. A diferencia de la anterior legislatura en la cual tenían poca trascendencia parlamentaria, ahora tienen la llave que abre muchas puertas. Y la puerta de la Mesa es esencial para echar a andar la legislatura. Puede ser un primer síntoma de lo que pueda venir más adelante. En la tramitación de las credenciales, los juntaires han optado este jueves por callar y han esquivado constantemente las miradas de los periodistas después de recoger las credenciales. Amnistía y referéndum son dos peticiones fundamentales, pero habrá que ver si por el camino hay espacio para otros matices.