Un gobierno independentista, pero sin la CUP sentada en el Consell Exacutiu. Este es el Govern en que piensa el candidato de Junts, Carles Puigdemont, según ha explicado desde Argelers en el marco de la rueda de prensa convocada por la agencia Efe, dónde ha apostado por un gobierno independentista, si es necesario “con mayoría simple, pero que esté muy cohesionado y muy fuerte para sacar adelante el país”. “No veo a la CUP francamente formando parte del gobierno que yo presida y no les haré una oferta de gobernar. Tampoco creo que se sintieran demasiado halagados si les hiciera una oferta para entrar en un gobierno presidido por mí. La conversación duraría segundos. Tenemos que ser realistas”, ha argumentado Puigdemont.
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Ante el fraccionamiento del voto que muestran las encuestas, el candidato de Junts ha insistido que la alternativa que puede plantear el cabeza de lista del PSC, Salvador Illa, a un gobierno independentista es un tripartito integrado por PSC, ERC y Comuns. Ha dejado claro que sus diputados no harán “en ningún caso” a Illa president y ha emplazado directamente a Esquerra, “el otro partido indispensable para gobernar este país”, a dejar claro si esta es o no su prioridad. Ha asegurado que, por su parte, ofrecerá a ERC una coalición en que haya respeto mutuo entre las formaciones que la integran, y que no irá a la negociación poniendo líneas rojas.
Una detención no impediría la investidura
Puigdemont ha explicado durante la rueda de prensa que tiene pensado cómo tiene que ser su retorno; ha insistido en que los últimos años ha tenido unos cuantos planes preparados y en contextos diferentes para evitar ser detenido, y ha admitido que ahora el riesgo de detención “no es cero, pero ha bajado mucho”. En cualquier caso, ha dejado claro que si el Estado español no puede resistir la tentación, una detención tendría muy poco recorrido, porque la amnistía tiene un máximo de dos meses para ser aplicada y las medidas cautelares tienen que quedar levantadas aunque hubiera un recurso contra la ley al TC o al TJUE. También ha asegurado que en ningún caso una detención impediría su investidura si es candidato.
Al ser interrogado sobre el capítulo de inmigración, ha advertido que no se puede eximir a nadie, recién llegado o no, del cumplimiento de la ley y el derecho de opción lingüística está previsto por la ley, por lo cual un ciudadano tiene todo el derecho a ser atendido en catalán. Ha apuntado que la adquisición de las competencias lingüísticas no tiene que recaer en el tiempo libre del recién llegado, sino que es obligación de la empresa, además de advertir que muchos inmigrantes que tienen voluntad de aprender catalán no lo pueden hacer porque la oferta de plazas es bajísima.
Por lo que respecta a las Rodalies, ha insistido que todas las infraestructuras clave, aeropuertos, puertos y Rodalies, sean de gestión catalana, no gestión mixta, en la que el Estado tiene derecho de veto, sino gestionadas al 100% desde Catalunya y con los recursos transferidos a Catalunya.