La opa hostil del BBVA contra el Banc Sabadell que ha estallado el último día de la campaña electoral del 12-M se ha convertido en un nuevo argumento de Carles Puigdemont para advertir sobre el desprecio y la hostilidad del Estado hacia el tejido económico y empresarial catalán. Puigdemont ha advertido que el BBVA no se habría atrevido a hacer este movimiento tan grave sin tener luz verde de la Moncloa, aunque ahora el Gobierno lo quiera negar. Lo ha dicho ante los simpatizantes de Girona que hoy, de nuevo, han desbordado el espacio Jean Carrère, lo cual ha obligado a una parte del público a seguir el acto desde el exterior. El cabeza de lista de Girona, Salvador Vergés, ha cifrado en 1.400 a los asistentes. El de este jueves ha sido el último mitin que Junts ha celebrado en este pabellón, que dentro de la campaña de Puigdemont, se conoce como el mitinódromo. El acto de cierre de campaña se celebrará en Elna, en el recinto de las antiguas escuelas.

"Esta operación que pretende apropiarse del banco Sabadell, es una operación de desprecio, hostilidad evidente al tejido económico, al tejido empresarial y muy especialmente a las pequeñas y medianas empresas de Catalunya. Es un acto de hostilidad. Nadie se atrevería a hacer un acto de hostilidad tan grave si no supiera que tiene el plácet del Gobierno. Que no nos engañen", ha reclamado el candidato.

 

Deriva españolizando

Puigdemont ha atribuido las declaraciones públicas del Gobierno en contra de la opa, al hecho de que las encuestas hacen evidente el crecimiento de Junts y "no pueden aparecer como aquello que son, partidarios de un 155 bancario". Pero ha advertido que al día siguiente de las elecciones si se les permite "volverán a cambiar de opinión" en este como en otros temas.

La movilización del voto ha sido de nuevo el objetivo del candidato, que ha advertido que al Estado "nada le da más miedo que un catalán que tenga una urna en frente". "Si dejamos que el PSOE haga su opa hostil al gobierno de Catalunya, porque lo que están preparando es una opa hostil al gobierno de Catalunya, enviando a sus hombres de negro con el gobernador civil Salvador Illa encima saben que este país entrará en una deriva españolizante de la cual quizás no podremos salir", ha advertido Puigdemont, que ha asegurado que es "una de sus últimas oportunidades para ver si nos derrotan".

Puigdemont ha reclamado una movilización masiva, gigantesca, de plantar cara, una movilización de Champions, en un guiño a los aficionados del Girona. Y también concentrar el voto independentista en la única fuerza independentista que claramente puede ganar las elecciones. "No nos despistemos, por favor, no repartamos los huevos en varias cestas, porque necesitamos que una cesta esté muy llena de huevos, para poder plantar cara, apretar fuerte, reanudar el camino de la independencia en mejores condiciones. Y por eso hacen falta muchos huevos en una cesta. Nos hacen falta de verdad", ha reclamado.

Ha admitido que el Estado ha perjudicado al independentismo, le ha hecho daño y lo ha debilitado, pero no lo ha vencido, y que cuando se ha confrontado en terreno neutral, como a Bélgica, en Italia, en Alemania o en Luxuemburg en el TJUE, ha ganado el independentismo, por lo cual "ahora toman conciencia de lo que se juegan en estas elecciones".

También Vergés ha apelado en la intervención previa a movilizar el voto independentista y a concentrarlo en la candidatura de Junts, y ha emplazado también a los votantes descontentos. "Si alguien está enfadado porque Sant Jordi no ha liberado a la princesa, lo que no puede es hacer más fuerte al dragón, tiene que hacer más fuerte al Sant Jordi.

La vicealcaldesa de Girona, Gemma Geis, y la alcaldesa de La Jonquera, Míriam Lanero, se han encargado de abrir el acto, donde también estaba presente la expresidenta del Parlament Núria de Gispert.