José María Aznar ha subido al barco de Isabel Díaz Ayuso para empujarla hacia la deseada mayoría absoluta del Partido Popular a la Comunidad de Madrid. Desde de Alcobendas, el expresidente español ha cargado este lunes contra "los enemigos de España" y "la coalición Frankenstein" que, a su entender, "han debilitado y desguarnecido el Estado". Por eso, ha pedido a Alberto Núñez Feijóo que, si llega a La Moncloa, "derogue lo que tenga que derogar" para proteger "el orden constitucional, la transición democrática y la soberanía nacional". La dirigente madrileña, que considera que hay una "frente popular" que busca "la división en bandos", ha salido a la captura del votante de Vox y ha reclamado "agrupar todos los esfuerzos a la derecha de la izquierda".

La buena química que hay entre uno y la otra se ha vuelto a notar arriba del escenario. El denominador común ha sido dibujar una situación catastrofista imperante en todo el Estado español, pero situando "el separatismo", como el principal problema que tiene España. "Para ser presidente del gobierno", ha arrancado Aznar, "Pedro Sánchez ha tenido que pagar a los separatistas el olvido y el blanqueamiento de un golpe de estado", haciendo referencia a la derogación del delito de sedición y la modificación del de malversación. También ha identificado "el blanqueamiento de antiguos terroristas" como el precio por mantenerse en el poder. En este sentido, ha recordado que, a costa de "debilitar y desguarnecer el Estado", si Pedro Sánchez gana las elecciones "el precio a pagar será una consulta en Catalunya y en el País Vasco".

El expresidente del PP ha apoyado también al liderazgo de Feijóo para volver a La Moncloa después de los comicios de finales de año y le ha puesto deberes, "derogar lo que se tenga que derogar", "los disparates", subrayando la restitución de los delitos modificados del Código Penal y la tipificación como delito de la convocatoria de un referéndum ilegal". "El estado de derecho tiene que funcionar", ha remachado.

A su lado, Isabel Díaz Ayuso tampoco se ha quedado corta criticando los mandatos de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, a quién ha situado como el jefe "de un frente popular que busca dividir España en bandos" y como "representante de los nacionalistas, los herederos de ETA, Podemos y una minoría que odia a España". Pero las palabras más gruesas y pasadas de vueltas las ha dedicado a la izquierda abertzale, a quien ha acusado de ejecutar una "limpieza étnica" en el País Vasco para cambiar el censo electoral. "Un censo electoral construido por encima del asesinato, la extorsión y la amenaza".

A la busca y captura del votante de Vox

Después de que Feijóo centrara el tiro el domingo desde Valencia, Aznar y Ayuso también han dedicado energía al neutralizar Vox y, por eso, han pedido "concentrar" el voto hacia el Partido Popular en Madrid. "Todos los votos que no son útiles van a la papelera porque no hacen imposible a una España mejor y viable", ha sentenciado el expresidente, que se ha puesto de ejemplo de aglutinar el espacio de la derecha en sus mandatos. "Cuando se unió todo lo que estaba a la derecha de la izquierda, el PP se convirtió en un pilar esencial, una garantía de estabilidad, de seguridad, pero sobre todo en la expresión del progreso, la prosperidad y la ambición de España".