Tal día como hoy del año 1918, hace 107 años, en el paraje de Le Francport, en el Bosque de Compiègne (Picardía, República Francesa) y a bordo de un vagón de tren, se reunían el mariscal francés Ferdinand Foch y el diplomático alemán Alfred von Oberndorff para firmar el Armisticio de Compiègne, la rendición del Imperio alemán a Francia. Poco antes, el Imperio otomano se había rendido a Francia y a Gran Bretaña (30 de octubre), y el Imperio austrohúngaro se había rendido a Italia (4 de noviembre). Con el Armisticio de Compiègne se completaba la tríada: las tres principales potencias del eje llamado imperial o central desaparecían del escenario bélico y se daba por concluida, de facto, la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El Armisticio de Compiègne se firmó a las 05:30 h del día 11 y entró en vigor a las 10:00.

La Primera Guerra Mundial había sido un conflicto que había enfrentado a las potencias centrales (imperios austrohúngaro, alemán y otomano) contra las aliadas (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Rusia e Italia). El origen de aquel conflicto había sido la aparición de un nuevo gigante en el centro de Europa, el Imperio alemán, impulsado y unificado por Prusia durante las últimas décadas del siglo anterior, que amenazaba el equilibrio del continente. La Gran Alemania que imaginaba Prusia ambicionaba reunir todos los territorios de lengua y cultura germánica en Europa central y oriental y crear una potencia que relevase a Gran Bretaña del liderazgo mundial. Por otro lado, tanto los austrohúngaros como los otomanos se habían visto arrastrados al conflicto como el último recurso para mantener sus anquilosados regímenes políticos.

La guerra se consideró oficialmente concluida con la firma del Tratado de Versalles (28 de junio de 1919). En la negociación de este tratado, los aliados que habían ganado la guerra impusieron condiciones muy duras a los derrotados, que tendrían grandes repercusiones. Antes del inicio de las conversaciones, los archiduques austriacos Habsburgo habían sido enviados a la papelera de la historia y se había iniciado el desmantelamiento del Imperio austrohúngaro. Y después del tratado, se produjo el fin del régimen monárquico del sultanato turco y el inicio, también, del desmantelamiento del Imperio otomano. Y en Alemania, también cayó el régimen monárquico (poco antes de la rendición de Compiègne), y la obligación impuesta de pagar las compensaciones de guerra conduciría al país a la ruina y abriría a Hitler el camino al poder (1933).