Tal día como hoy del año 1940, hace 78 años, Heinrich Himmler, jefe de las Schutzstaffel (los pelotones de seguridad del partido nazi alemán conocidos popularmente como las SS) y Reichsführer SS (jefe de la oficina de control de las fuerzas policiales del estado alemán y de la policía secreta conocida como Gestapo), llegaba al aeropuerto de Barcelona, procedente de Madrid, en visita oficial que duraría dos días.

Desde el mismo instante en que bajó del avión hasta que abandonó Barcelona con destino Madrid, fue entusiásticamente agasajado por las autoridades del régimen franquista. Himmler que, en su calidad de Reichsführer SS había coordinado varias operaciones de detención y deportación de personalidades republicanas en el exilio, ponía los pies en Barcelona tan solo ocho días después del fusilamiento del president Companys.

La prensa de la época destaca que en el aeropuerto de El Prat recibieron a Himmler el capitán general Orgaz Yoldi, el gobernador civil Gonzalez Oliveros, el gobernador militar general Múgica, el presidente de la Diputación Simarro i Puig, el alcalde Mateu i Pla, y —reveladoramente— el jefe provincial del Movimiento Trias, el presidente de la Audiencia Sánchez Cañete y el jefe de la policía Reparaz Araújo.

La visita de Himmler a Barcelona coincidía con la cumbre hispanogermánica que Hitler y Franco, acompañados por Ribbentropp y Serrano-Súñer, respectivamente, habían iniciado aquel día en Hendaya (País Vasco francés) para negociar los términos de la incorporación española a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en el bando de sus aliados en la Guerra Civil española (1936-1939): los regímenes nazi alemán y fascista italiano.

Lo regimos franquista pasea Himmler para|por Barcelona. Himmler entre Gonzalez Oliveros y Mateu Pla. Recepción al Ayuntamiento de Barcelona. Font AHCB

Himmler, entre González Oliveros y Mateu i Pla, en la recepción en el Ayuntamiento de Barcelona / Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona

Himmler acudía a Barcelona con el propósito de completar la gestión que ya había iniciado en Madrid dos días antes: estrechar los vínculos de colaboración entre los cuerpos de seguridad del Estado de los regímenes franquista y nazi. Y aprovechar la visita a Montserrat, que llevaría a cabo el día siguiente de su llegada a Barcelona, para averiguar si los monjes del monasterio ocultaban el Sant Grial.

Imagen principal: Himmler y Orgaz Yoldi / Memorial Democràtic