Tal día como hoy del año 1934, hace 86 años, el president Companys proclamaba la República catalana dentro de la República Federal española. Aquella proclama era la culminación de un conflicto que se había iniciado el 20 de noviembre de 1933, el día siguiente de las elecciones generales anticipadas, las cuales ganó un tripartito de derechas formado por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) dirigida por Gil-Robles; el Partido Republicano Radical (PRR) dirigido por Alejandro Lerroux; y el Partido Agrario Español (PAE) dirigido por Martínez de Velasco. Desde el primer momento, aquel tripartito de derechas proyectó una política muy hostil hacia el Govern de Catalunya.

Los partidos que formaban aquella coalición se habían presentado con sus respectivos programas, que eran básicamente involucionistas y en el caso de la CEDA, antirrepublicanos. Pero tenían unos puntos comunes, que habían ampliamente divulgado durante la campaña electoral, que prometían liquidar el autogobierno catalán, restaurado el 14 de abril de 1931 coincidiendo con la proclamación de la República. En octubre de 1934, Catalunya era el único territorio de la República española que había alcanzado una autonomía política. Euskadi y Galicia no lo harían hasta 1936; y el País Valencià y Navarra no conseguirían culminar sus respectivos proyectos estatutarios a causa de la Guerra Civil.

Aquel clima de conflicto había dibujado una espiral ascendente y el president Companys y los consellers del Govern de Catalunya decidieron que la forma de poner fin a aquella hostilidad era modificar la naturaleza unitaria del estado español. El 6 de octubre, a las ocho de la noche, proclamaron la República catalana dentro de la República Federal española, esperando que las naciones históricas del territorio republicano harían lo mismo. En cambio, el Gobierno decidió que aquella proclama era un acto de rebelión y de sedición que atentaba contra la arquitectura unitaria de la República española y la reprimió lanzando el ejército español a las calles de Barcelona.

El movimiento de Companys se demostró un grave error de cálculo político. Ninguna otra nación histórica del territorio republicano secundó la proclama catalana. Y, en cambio, el Gobierno tenía el gobierno catalán en la situación que perseguía desde hacía meses. Después de una noche de durísimos combates por las calles de Barcelona (6 a 7 de octubre de 1934), que enfrentaron al ejército español con las fuerzas leales a la Generalitat (Mossos d'Esquadra, Guardias de Asalto y milicianos independentistas y sindicalistas) y que se saldó con 74 muertos y 252 heridos, los militares españoles asaltaron el Palau de la Generalitat y detuvieron y encarcelaron al Govern de Catalunya.