Tal día como hoy del año 1703, hace 322 años, en Lisboa, los diplomáticos John Methuen y Manuel Teles da Silva, representantes, respectivamente, de los gobiernos de Inglaterra y de Portugal, firmaban un tratado comercial y militar que modificaba sustancialmente el mapa de alianzas de la Guerra de Sucesión hispánica (1701-1715). Hasta entonces, la cancillería portuguesa —temerosa de una intervención combinada hispanofrancesa— se había mantenido neutral, pero a partir de la firma de aquel tratado —que implicaba el apoyo de Inglaterra, Países Bajos y Austria— se incorporaba a la alianza internacional austracista e ingresaba, de lleno, en el conflicto sucesorio hispánico.

Aquel tratado preveía que ingleses y neerlandeses desembarcarían en Lisboa y junto con portugueses armarían un ejército para expulsar a Felipe V del trono de Madrid. Unos meses después (1704), Carlos de Habsburgo —el candidato austracista al trono hispánico— desembarcaba en Lisboa y un ejército angloportugués —comandado por el marqués das Minas— invadía territorio hispánico. Cuando este ejército aliado acampó en las afueras de Madrid, Felipe V y su esposa Luisa Gabriela protagonizarían una sonada huida en dirección a la frontera hispanofrancesa, lo que enfurecería profundamente a Luis XIV de Francia, el abuelo y valedor del Borbón hispánico.

Este tratado también tenía un componente comercial muy importante. Se acordaba que los portugueses únicamente adquirirían paños y productos textiles de los ingleses. Y que los ingleses importarían y consumirían, principalmente, vinos portugueses. Por este motivo, este acuerdo sería llamado Tratado de los Paños y de los Vinos, y, en un futuro, más allá en el tiempo del conflicto sucesorio hispánico, tendría una gran importancia en la arquitectura de las relaciones comerciales y políticas entre los dos países (siglos XVIII a XX).  Este acuerdo solo consta de tres capítulos y según la historiografía portuguesa es el texto más breve de la historia diplomática europea.