Tal día como hoy del año 2015, hace ocho años, el Parlament de Catalunya votaba favorablemente a la creación de la comarca del Moianès. De esta manera, el mapa administrativo de Catalunya pasaba a tener cuarenta y dos comarcas. La nueva comarca fue integrada por cinco municipios que procedían de la comarca del Bages (Moià, Santa Maria d'Oló, Calders, Monistrol de Calders y L'Estany); cuatro que procedían de la comarca del Vallès Oriental (Castellterçol, Castellcir, Sant Quirze Safaja y Granera) y uno que procedía de la comarca de Osona (Collsuspina). La nueva comarca tenía una superficie de 337 kilómetros cuadrados (la 36.ª de Catalunya) y una población de 13.603 habitantes (también la 36.ª de Catalunya). La capital fue situada en Moià.

Esta nueva comarca nacía fruto de una larga voluntad expresada por la sociedad del territorio, que aspiraba a restaurar el viejo país que, hasta la ocupación borbónica de 1714, había sido articulado por la subveguería del Moianès. Las veguerías y subveguerías eran las demarcaciones administrativas y judiciales históricas de Catalunya, desde la época de los condes carolingios (siglos VIII e IX), y eran gobernadas por un veguer, que era la autoridad delegada del poder feudal (real o baronial) en el territorio. El mapa medieval y moderno de Catalunya estuvo, generalmente, dividido en doce veguerías y sus respectivas subveguerías. La subveguería del Moianès, con capital en Moià, dependía de la veguería del Bages, con capital en Manresa.

El 22 de marzo de 2015, los diez municipios que formarían la nueva comarca celebraron una consulta no vinculante que formulaba la pregunta "¿Quiere que los municipios (los diez pueblos) formen parte de la nueva comarca del Moianès?". En aquella consulta participó un 47,36% del censo de los municipios convocantes y el resultado fue de un 80,44% a favor de la creación de la nueva comarca. El municipio que registró más participación fue Collsuspina, con un 68,48% (con una opinión muy dividida). y el que menos fue Sant Quirze Safaja, con un 31,31%. Los pueblos más favorables a la iniciativa fueron Granera, con un 95%, y Moià, con un 93%. Y los que menos fueron Collsuspina, con un 44% y Santa Maria d'Oló, con un 43% en contra.