Tal día como hoy del año 1840, hace 184 años, en Barcelona, Joan Muns (Vic, circa 1820 – Barcelona, circa 1870), obrero de la industria textil de la capital catalana, fundaba la Societat de Protecció Mútua de Teixidors de Cotó, el primer sindicato obrero y la primera sociedad mutualista obrera de la historia de Catalunya y de la península Ibérica. Joan Muns y la Mútua de Teixidors de Cotó se anticipaba un mínimo de medio siglo a la creación de otros sindicatos, como la UGT (Unió General de Treballadors), fundada en Barcelona en 1888, el CADCI (Centre Autonomista de Dependents del Comerç i de la Indústria), fundado en Barcelona en 1903, o la CNT (Confederació Nacional del Treball), fundada en Barcelona en 1910.

Muns era una persona con una gran preocupación por los problemas sociales y un autodidacta que se había formado devorando libros. A través de sus lecturas, tuvo noticias de la existencia de un sistema privado de prestaciones, para cubrir las contingencias, que se había creado y puesto en práctica en algunas fábricas británicas y alemanas. Joan Muns creó y desarrolló una caja de cotizaciones (de resistencia, en la terminología obrerista) que tenía que cubrir las contingencias por desempleo, enfermedad, accidente, invalidez, viudedad, orfandad y muerte. Un proyecto pionero y revolucionario de garantías sociales que se adelantaría casi un siglo al actual sistema público de cotizaciones y prestaciones.

Muns amplió la experiencia que había creado al conjunto de trabajadores del textil de Barcelona y de los pueblos del llano (Sants, Gràcia, Sant Andreu). El éxito fue absoluto, y no solo logró pagar las prestaciones por contingencias de los asociados, sino que, incluso, alcanzó a financiar la creación de varias cooperativas obreras de producción textil. El proyecto de Muns se empezó a desmoronar cuando el gobierno liberal del general Espartero (por aquel entonces, regente de España, y autor de la cita "por el bien de España, hay que bombardear Barcelona una vez cada cincuenta años") legisló contra este sindicato primigenio y contra esta mutua pionera (1843), con el pretendido argumento de que atentaba contra la libertad de trabajo.