Tal día como hoy del año 1479, hace 543 años, en Pamplona, las Cortes de Navarra coronaban a Francisco Febo, primer monarca navarro de la casa andorrana (de origen catalano-occitano) de los Foix-Castellbó. Francisco fue coronado en un contexto de guerra civil que enfrentaba a los agramonteses (las oligarquías latifundistas de las llanuras de la Navarra peninsular, muy bien relacionadas con la corona catalanoaragonesa) y los beaumonteses (las élites de las comunidades locales de la montaña pirenaica, que tenían un trato de favor de la corona castellanoleonesa).

Este conflicto se había agravado después de la muerte de la reina Blanca I de Navarra (1441) —última monarca de la estirpe local Evreaux—, ante la negativa de su viudo Juan de Trastámara (futuro Juan II de Catalunya-Aragó) de ceder la corona navarra al primogénito de ambos, Carlos, príncipe de Viana, tal como lo estipulaba el testamento de la difunta. Aquel conflicto se integró en las guerras civiles navarra (que ya había estallado) y catalana (que lo haría poco después) y no se paró ni con la muerte del príncipe de Viana, envenenado por orden de Juana Enríquez, segunda esposa de Juan II.

A pesar de aquella guerra civil, entre 1441 (muerte de Blanca I) y 1479 (coronación de Francisco Febus), Navarra fue gobernada por el mismo Juan y por los hijos del matrimonio Trastámara-Evreaux. Pero con la muerte de Juan II y de su última hija Leonor (1479), las Cortes de Navarra coronaron al nieto primogénito de esta última reina. Leonor se había casado con Gastón III de Foix, habían tenido ocho hijos y la sucesión recayó en el primogénito de Gastón IV —primogénito de Gastón III y de Leonor Trastámara—Evreaux, de nombre Francisco Febo (sobrino materno de Carlos de Viana, heredero legítimo asesinado).

Los Foix-Castellbó eran una estirpe que clavaba sus raíces en los condados de Foix (vinculado políticamente a Barcelona y a Tolosa) y de Castellbó (vinculado políticamente al Urgell). Los Foix-Castellbó habían disputado la dominicatura feudal de los valles de Andorra a los obispos de Urgell, hasta que con los Pariatges de 1278 se habían convertido en copríncipes de aquel territorio pirenaico. Cuando Francisco Febo accedió al trono navarro, ya era copríncipe de Andorra (1472) y el acceso de los Foix-Castellbó al trono de Pamplona tendría unas consecuencias decisivas para la historia de Andorra.

A partir de Francisco Febo, el coprincipado condal quedaría vinculado a la casa real navarra, hasta que Enrique de Borbón y Albret (Enrique III de Navarra y bisnieto-sobrino de Francisco Febus) fue coronado rey de Francia como Enrique IV (1589). A partir de Enrique IV, el coprincipado condal andorrano quedó vinculado a la casa real francesa hasta la revolución y ejecución de Luis XVI (1793), que quedaría asociado a la figura del presidente de la República Francesa. Aunque Francisco sólo reinó cuatro años (1479-1483), su paso por el trono de Pamplona cambiaría el curso de la historia.