Tal día como hoy del año 1958, hace 67 años, en la prisión de Burgos (Castilla y León), moría Joan Comorera i Soler (Cervera, 1894), que al inicio de la Guerra Civil española (1936) había fundado el Partido Socialista Unificado de Catalunya (PSUC). El partido de Comorera, de ideología comunista y de tendencia estalinista, adquiriría una gran importancia en la Catalunya de la retaguardia republicana. Con ERC, el partido del president Companys, maniobraron para restaurar el orden público y la ley en Catalunya, que, desde la derrota del golpe de estado militar del 19 de julio de 1936, estaba en manos de las temibles Patrullas de Control de la CNT-FAI. La gente del PSUC participaron en los Fets de Maig de 1937 al lado de las fuerzas de orden público de la Generalitat y de la militancia de Esquerra Republicana y de Estat Català para derrotar a los anarquistas.
Después de la Guerra Civil española (1939) se exilió sucesivamente a París, a Moscú y a La Habana, y regresó a la capital francesa después de la Segunda Guerra Mundial (1945). A partir de aquel momento, empezó su larga lucha para mantener la independencia del PSUC, amenazada por los intentos de anexión del Partido Comunista de España (PCE). Finalmente, los comunistas españoles consiguieron que el secretariado del PSUC lo destituyera y lo expulsara (1949). Entonces regresó clandestinamente a Catalunya y se recluyó discretamente en su casa de Barcelona, en la calle Consell de Cent, 248. Durante cuatro años (1950-1954) vivió en un estado de pobreza absoluta, pero eso no le impidió continuar comprometido con su proyecto, y con sus propios recursos editó treinta y dos números de la revista Treball.
A principios de junio de 1954, la policía española lo localizó y lo detuvo, junto con su esposa Rosa Santacana. Ambos fueron brutalmente torturados durante semanas en la comisaría de Via Laietana. A pesar del secretismo que rodeaba aquella operación, se filtró en el exterior y los colaboradores de Comorera impulsaron una campaña internacional. El abogado Henry Torrés (que había defendido a Francesc Macià en el juicio de París por los Fets de Prats de Molló, 1927) se ofreció a representarlo, pero el capitán general Juan Bautista Sánchez González (que moriría poco después en extrañas circunstancias) se lo negó. Comorera fue juzgado en un consejo de guerra sin garantías procesales y condenado a treinta años de prisión (1957). Moriría al año siguiente, encarcelado, a causa de una bronconeumonía.
Comorera proclamaría: "Si el Estado va contra la nación, nos debemos a la nación y tenemos que aniquilar al Estado opresor. Antes que españoles, somos catalanes. Somos catalanes por naturaleza, somos españoles por coacción".