Tal día como hoy del año 1643, hace 380 años, en Saint-Germain-en-Laye (reino de Francia) moría Luis de Borbón y de Médici, hijo y sucesor del rey Enrique IV (el primer Borbón en el trono de París) y de su esposa, Maria de Médici, y que gobernó como Luis XIII de Francia y II de Navarra. Luis, como descendiente de los Trastámara catalanes y de los Foix-Albret occitanos, lucía la bandera cuatribarrada catalana en uno de los cuartos de su heráldico personal. Casado con Anna de Austria, hija del rey hispánico Felipe III (con lo que Luis era cuñado del rey hispánico Felipe IV), murió prematuramente a la edad de cuarenta y un años, oficialmente a causa de una tuberculosis, el mismo día que hacía treinta y tres años que había sido asesinado su padre y predecesor Enrique IV.

La relación entre Luis XIII y Catalunya, al margen de la presencia de las cuatro barras en el su heráldico, se inicia en 1640, cuando Catalunya retira, progresivamente, su vinculación con la monarquía hispánica. Al inicio de la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652/59), el primer ministro francés Richelieu y el presidente catalán Claris convinieron la creación de una república catalana independiente que quedaría bajo la protección militar de la monarquía francesa, pero los acontecimientos posteriores (la invasión hispánica comandada por el sanguinario marqués de Los Vélez, que en su camino hacia Barcelona ordenó masacrar la población civil catalana de Tortosa, l'Hospitalet, Cambrils, Constantí y Martorell) alteró los pactos iniciales.

El 17 de enero de 1641, el presidente Claris proclamaba la I República catalana, pero, tan solo seis días después, el 23 de enero de 1641, con los ejércitos hispánicos en las puertas de Barcelona y con una desproporción de fuerzas entre atacantes y defensores, Richelieu propuso una nueva relación: Catalunya se convertía en un Principado independiente, gobernado por sus instituciones, pero el soberano, que no actuaría como un monarca absoluto, sería Luis XIII de Francia. De esta forma, Catalunya quedaba vinculada al mundo político francés a través de la figura del rey. O si se quiere, Catalunya conservaba la independencia, pero compartía la figura del soberano con Francia y con Navarra. El día 26 las tropas catalanofrancesas derrotaban a los hispánicos en Montjuic.