Tal día como hoy del año 1933, hace 85 años, moría en Barcelona el 122º president de la Generalitat, Francesc Macià i Llussà (Vilanova i la Geltrú, 1859), que el 14 de abril de 1931 había restaurado la máxima institución de autogobierno de Catalunya, 219 años después de ser abolida por el primer Borbón hispánico (1714). El president Macià murió a causa de las complicaciones derivadas de una apendicitis antigua mal diagnosticada, que había obligado a hacerle una intervención quirúrgica de urgencia en un quirófano improvisado en el mismo Palau de la Generalitat, la madrugada del 18 de diciembre. Aunque los doctores Corachan, Pi i Sunyer y Vilardell, que lo habían intervenido de una obstrucción intestinal grave y de una infección propagada desde el apéndice al resto del sistema digestivo, le habían recomendado reposo absoluto, el president Macià, convaleciente en Palau, siguió despachando con los consellers hasta prácticamente horas antes de su muerte.

Aunque los partes médicos manifestaban una razonable confianza en la recuperación del president, su edad adelantada para la época (tenía setenta y cuatro años), el tabaquismo y la actividad política que mantuvo desde las horas inmediatamente posteriores a la intervención hicieron que la infección se le reprodujera. Su estado de salud empeoró sobre todo a partir del 24 de diciembre, y, finalmente, el president Macià murió, en las estancias presidenciales del Palau de la Generalitat. Algunas fuentes documentales afirman que en el lecho de muerte, consciente de que de conformidad con el reglamento de la Generalitat lo sucedería hasta la celebración de nuevos comicios el presidente del Parlament, Lluís Companys, Macià pronunció la frase "¡Pobre Catalunya!". El entierro del president Macià, celebrado al cabo de dos días, concentró a más de un millón de personas, casi un tercio de la población de Catalunya.

Imagen: El president Macià / Generalitat de Catalunya