Tal día como hoy del año 2019, hace tres años, en Tolosa de Languedoc (Occitania-Francia), moría Conxita Grangé i Beleta; que en el transcurso de su vida había sido una destacada resistente antifascista. Durante la ocupación alemana de Francia (1940-1944), en el contexto de la II Guerra Mundial (1939-1945), Conxita Grangé había sido un importante enlace —en la zona de los Pirineos Centrales— entre la Resistencia francesa y el maquis republicano español. En las postrimerías del conflicto (24 de mayo de 1944), fue detenida en Arieja (Occitania) por la Gendarmería de la Francia ocupada y entregada a la Gestapo; que la torturó salvajemente y la deportó al campo de concentración de Ravensbruk.

Conxita Grangé había nacido el 6 de agosto de 1925 en Espuy (la Vall Fosca-Pallars Jussà) en una familia humilde, pero de fuertes convicciones sociales. Al principio de la década de los 30, cuando Conxita era una niña pequeña, los Grangé-Beleta, siguiendo una de las rutas tradicionales de la emigración pirenaica catalana, se habían establecido en Tolosa de Languedoc. Pero con el estallido de la Guerra Civil Española (1936) volvieron a Catalunya y combatieron el avance del ejército rebelde y la ocupación del país. Concluido el conflicto civil español (1939), volviron a Tolosa y, poco después, con la ocupación alemana de Francia (junio, 1940) se comprometieron con la Resistencia francesa. Cuando Conxita se inició en este peligroso mundo tenía, tan solo, quince años.

Muere Conxita Grangé, la última superviviente catalana del campo de Ravensbruck. Fotografía de Conxita Grangé (circa 1940). Fuente Memorial Democratic
Fotografía de Conxita Grangé (circa 1940). Fuente: Memorial Democrático

Durante aquellos años, Conxita escapó de las garras de la muerte en varias ocasiones. Después de siete semanas de brutales torturas, fue ocultada (con otras setecientas personas) en un "tren fantasma" (9 de julio de 1944) que viajaba bajo los bombardeos aliados; y que tardó dos meses en hacer el trayecto de 1.800 kilómetros entre Tolosa y Ravensbruck (9 de septiembre de 1944). Poco antes de la liberación del campo (30 de abril de 1945), participó en una fuga que, durante semanas, deambuló por los bosques de Prusia, hasta conseguir encontrar a las tropas aliadas. Volvió a Tolosa, y se casó con el resistente antifascista catalán Josep Ramos i Bosch; y con el paso de los años se convertiría en la última superviviente catalana de Ravensbruck.