Hoy se cumplen 35 años de la muerte de la primatóloga Dian Fossey, zoologa norteamericana que fue asesinada el 26 de diciembre de 1985 en su cabaña de Ruanda con un machete que colgaba de las paredes de su vivienda.

Conocida como una de las primeras primatólogas del mundo, Fossey, junto con Jane Goodall y Birutė Galdikas, formaron las Trimates, el grupo de tres prominentes investigadoras de primates. Su muerte todavía sigue siendo un misterio. Su trabajo fue conocido por el gran público gracias a la película protagonizada por Sigourney Weaver Gorilas en la niebla, basada en el libro escrito por la misma Fossey, donde relataba su experiencia en África y que es considerado como uno de los estudios de campo más importantes realizados nunca.

Vida en África

Dian Fossey nació en Sant Francisco el 16 de enero de 1932. Fue después de leer la obra de George Schaller, un destacado zoólogo norteamericano dedicado al estudio de los primates que decidió dejarlo todo y marcharse a África, donde trabajó con el paleontólogo Louis Leaky, del cual aprendió cómo de necesario era estudiar los grandes simios para comprender la evolución humana. Era el año 1963.

Tres años después, en 1966 y con el apoyo de The National Geographic, se instaló definitivamente en África. Primero en las montañas Virunga, en el Congo, donde había una de las mayores colonias de gorilas conocida. Después se marchó a Ruanda, donde fundó el Karisoke Research Center, ubicado entre las montañas Karisimbi y Visoke.

Comprender a los gorilas

Su paciencia y su meticulosa observación de los gorilas le permitieron comprender e imitar su comportamiento, ganando gradualmente la aceptación de varios grupos. Aprendió a reconocer las características únicas de cada individuo, llegando a tener con ellos una relación de confianza y afecto. Así Karisoke, su lugar de estudio, se convirtió en centro internacional de investigación sobre los gorilas.

Fossey dedicó su vida al estudio y a la protección de los gorilas. Para asustar a los habitantes de la zona y a los turistas les hizo creer que era una bruja. Luchó con todas las ve fuerzas contra los cazadores furtivos y llegó a enfrentarse con el gobierno de Ruanda.

La muerte de Digit

Todo cambió cuando encontró muerto a Digit. Era uno de los gorilas que Fossey había estudiado y con el que había conseguido una auténtica conexión. Se compenetraron hasta tal punto que el animal le permitía jugar e interactuar con sus crías. Digit murió en una emboscada que le tendieron los cazadores furtivos. Fossey entró en una profunda depresión. Se encerró en su cabaña, empezó a beber y se aisló de sus colaboradores.

Con todo siguió trabajando y en 1983 publicó Gorilas en la niebla. Dos años más tarde, con 22 años de estudio de los gorilas, fue encontrada muerta en su cabaña en las montañas de Virunga. Le habían abierto el cráneo con un arma utilizada habitualmente por los cazadores furtivos.