Tal día como hoy del año 1783, hace 234 años, se produjo la tercera y la más violenta de las erupciones del volcán Laki situado en el sur de Islandia. Se calcula que produjo unos 14 kilómetros cúbicos de lava basáltica y unos 0,91 kilómetros cúbicos de materiales sólidos. Para tener una idea de lo que eso representa, se puede decir que equivaldría a cubrir la totalidad de la extensión actual de la ciudad de Barcelona hasta el punto más elevado del templo de la Sagrada Família. Se calcula, también, que las fuentes de lava alcanzaron alturas máximas de 1.400 metros (tres veces la altura del Tibidabo) y que las columnas de gases se elevaron hasta la estratosfera a 15 kilómetros de la corteza terrestre.

Las diversas erupciones del Laki (entre junio de 1783 y febrero de 1784) –y especialmente la tercera– están consideradas el desastre medioambiental más importante de la historia moderna de Europa. Investigaciones recientes llevadas a cabo por instituciones científicas europeas y norteamericanas confirman que la nube de ceniza causó una alteración radical del régimen de temperaturas y de pluviosidad en la Europa atlántica y en la cuenca mediterránea. En Catalunya el ciclo de sequía iniciado tímidamente en 1776 se agudizó severamente entre 1783 y 1787; y se hizo sentir especialmente en las comarcas de los valles del Cinca, del Segre y del Ebro.

. Grabado de Lleida (1707). Font Wikimèdia

Grabado de Lleida (1707)

Las fuentes revelan que durante el periodo entre 1783 y 1787 se produjo la ruina absoluta de las cosechas de secano del pla de Lleida. También revelan la aparición de enfermedades relacionadas con la infraalimentación. Algunos pueblos del Segrià, del Pla d'Urgell, de las Garrigues, de la Terra Alta y de la Ribera d'Ebre perdieron entre un 25% y un 30% de población. Y otros pueblos de la Segarra, la Noguera, el Bages y Osona tuvieron pérdidas sensibles de capital humano. A partir del hecho se intensificó el fenómeno de la inmigración agraria leridana hacia las planas ampurdanesas, especialmente hacia las zonas ganadas a los pantanales, que serían objeto de nuevas colonizaciones.