Tal día como hoy del año 1939, hace 82 años, en el contexto de la Guerra Civil española (1936-1939), la Sociedad de Naciones, desde su sede de Ginebra (Suiza), hacía público un comunicado informando de que los últimos combatientes de las Brigadas Internacionales habían abandonado territorio catalán. Cuatro meses antes (septiembre de 1938) el Comité de No Intervención, formado por veintisiete estados europeos, había ordenado la retirada de los brigadistas por la misma causa que había sido creado aquel organismo: evitar que el conflicto civil español se propagara al conjunto del continente. El 23 de septiembre de 1938, se iniciaría la progresiva retirada de los brigadistas emplazados en los frentes de guerra.

Las Brigadas Internacionales habían sido creadas en julio de 1936, pocos días después del estallido del conflicto civil español, por organizaciones políticas y sindicales europeas y norteamericanas de izquierdas que se solidarizaban con la República española. Entre septiembre y octubre de 1936 los brigadistas reunirían más de 50.000 efectivos. La mayoría de las bajas las tuvieron en la Batalla del Ebro (julio a noviembre de 1938). Cuando el 17 de enero de 1939 la Sociedad de Naciones presentó las cifras de los brigadistas que habían cruzado la frontera catalano-francesa, todavía contabilizó 12.673 (9.843 procedentes de la zona de Catalunya y 2.830 de la zona del País Valencià).

Oficialmente, los últimos brigadistas internacionales habían atravesado la frontera catalano-francesa cinco días antes, el 12 de enero de 1939. Según la prensa de la época, fueron concentrados en estaciones de ferrocarril, puertos y aeropuertos de la República francesa con el propósito de garantizar su retirada definitiva del conflicto. No obstante, en los días y semanas posteriores, la misma prensa revelaría que grupos muy reducidos de brigadistas habían desobedecido la orden y habían seguido combatiendo en algunas unidades republicanas en el frente de Catalunya. Después de la retirada republicana (febrero-marzo de 1939) se les localizó recluidos en los campos de concentración de Argelers y de Sant Cebrià (Rosselló).