Tal día como hoy del año 1580, hace 439 años, el conquistador hispánico Juan de Garay refundaba la ciudad de Buenos Aires, muy cerca de lo que había sido el asentamiento primigenio, creado cuarenta y cuatro años antes (1536) por el también conquistador hispánico, Pedro de Mendoza, y abandonado poco después (1541) a causa de los continuos ataques de la población autóctona. El primer asentamiento (el de Mendoza) se construyó en la parte sur de la ciudad actual y junto a lo que, dos siglos más tarde, sería el barrio catalán de Montserrat.

La ciudad que había fundado Mendoza había sido denominada Santa Maria del Buen Ayre, y la que refundó Garay se llamaría, transitoriamente, Ciudad de la Trinidad hasta que, poco después se acabaría imponiendo el nombre histórico. Según algunas fuentes, la iniciativa de denominar la ciudad Buenos Aires (que deriva de Buen Ayre), partía del cura de la expedición de Mendoza, miembro de la comunidad mercedaria del Santuario de la Virgen del Bon Aire (o de Bonària), emplazado sobre una colina situada en la fachada costera de la ciudad de Cagliari (Cerdeña).

El santuario del Bon Aire (o de Bonària), que daría nombre en la ciudad de Buenos Aires, había sido fundado el año 1218 por Pere Nolasc, superior de la comunidad mercedaria de Barcelona. Su templo es el primero y principal ejemplo de la arquitectura gótica catalana en Cerdeña. Un siglo y pico más tarde (1323) el desembarque que culminaría con la conquista catalana de la isla se había producido bajo la colina del Bon Aire. En el siglo XVI, cuando se produjo la primera fundación de Buenos Aires, la isla de Cerdeña formaba parte de los estados de la corona catalano-aragonesa.