Tal día como hoy del año 1939, hace 80 años, en el contexto de las semanas inmediatamente posteriores a la ocupación franquista de Barcelona (26 de enero de 1939), el gobernador civil Wenceslao González Oliveros firmaba la orden de incorporación de los "agentes de investigación" de la Falange Española ―radicados en aquel momento en la ciudad de Barcelona― en el Cuerpo de Investigación y Vigilancia que, poco después (8 de marzo de 1941), sería convertido en el Cuerpo General de Policía (el precedente del actual Cuerpo Nacional de Policía) y que durante la etapa dictatorial (1939-1975) sería destinado a las tareas de investigación criminal y de represión política.

Según la nota de prensa publicada por La Vanguardia Española en la edición del 14/03/1939, los "agentes de investigación" de la Falange fueron reunidos al día siguiente (13/03/1939) y se les comunicó formalmente que “desde aquel momento cesaban en el cargo a las órdenes de Falange y pasaban a depender directamente de la Jefatura de Policía como agentes auxiliares”. También, según aquella nota de prensa, el jefe provincial del "servicio de investigación" de la Falange, el capitán de la Guardia Civil Manuel Bravo Montero (amigo personal del general Franco) “les agradeció la labor y el servicio que durante el mes de ocupación (desde la ocupación franquista de la ciudad) han tenido (...) por España”.

Según las fuentes documentales, el capitán Bravo Montero había llegado a Barcelona con la ocupación franquista y, a título particular y valiéndose de su poder, había promovido aquel grupo dedicado a la captura de personas de ideología catalanista y republicana. Poco después Eduardo Quintela, jefe de la Brigada Político-Social del régimen franquista en Barcelona, declararía que el grupo de Bravo Montero era “una sección de falangistas-policías que, por su cuenta, detienen, formulan atestados y los remiten a la Autoridad Judicial, y ya desde el principio espanta a la gente por los procedimientos de tortura que emplea para arrancar declaraciones a los detenidos”.