Tal día como hoy del año 1934, hace 85 años, agentes de los Mossos d'Esquadra y de los Guardias de Asalto republicanos practicaban una batida policial en un piso de Barcelona ―de la calle del Duque, en el barrio del Gòtic― donde había reunidos 44 miembros de la organización clandestina y paramilitar fascista Ego y Nos, conocidos, también, como "legionarios de Albiñana". Aquella organización había sido creada poco después de la restauración de la Generalitat y de la proclamación de la II República española (1931) por José Luis Albiñana Sanz, fundador del Partido Nacionalista Español y diputado en las Cortes Republicanas (1933-1936); que, con anterioridad a aquella batida policial, ya había sido condenado por su participación en el intento de golpe de estado de 1932 contra la República.

Según una nota de prensa publicada al día siguiente (6 de enero de 1934) en el diario La Vanguardia, en aquel operativo policial fueron intervenidas varias armas de fuego. Más concretamente se dice que: “Albiñana se acercó al citado agente (...) y le dio unos puñetazos, a la vez que, empuñando una pistola, se la apoyó en la frente. A todo esto, el diputado fascista injuriaba gravemente al funcionario y a Cataluña. Se recuerda, entre los que oyeron el tumulto, que (...) Albiñana profería repetidamente ‘¡Perros catalanes!’”. La misma nota detallaba los nombres de los 44 detenidos, entre los cuales figuraban cuatro oficiales del ejército español: los tenientes Salvador García Piquer y Faustino Pulido, y los comandantes Carlos López Modoley y Pablo de Peray March.

En la relación de detenidos que publicaba La Vanguardia destacaban también los nombres de Ramón Pelayo Pintor ―"empleado de la Generalitat"―, Antonio Zabalaondo Pérez ―"de la CNT, que ha sido detenido varias veces y está fichado por la policía como anarquista peligroso"― y José María Poblador Álvarez, fundador de los grupúsculos paramilitares fascistas La Traza (1923), formada por oficiales del ejército español acuartelados en Barcelona, y Peña Ibérica (1923), integrada por aficionados radicales del RCE Espanyol. Según las fuentes, aquellos grupos eran autores de ataques violentos con armas blancas y de fuego a personas de ideología catalanista a la plaza Sant Jaume y a los alrededores del estadio de las Cortes (el terreno de juego del FC Barcelona).