Tal día como hoy del año 1932, hace 89 años, la plataforma Esquerra Republicana de Catalunya, liderada por el partido independentista Estat Català e integrada, también, por el partido independentista Grup d'Opinió y por los partidos federalistas Partit Republicà Català y Joventut Republicana de Lleida, ganaba ampliamente las primeras elecciones de la historia al Parlament de Catalunya. El autogobierno catalán, representado por la Generalitat y por el Parlament, había sido restaurado un año y medio antes (14 de abril de 1932), cuando se habían hecho públicos los resultados de las elecciones municipales del 12 de abril, que pusieron fin al régimen dictatorial de los generales Primo de Rivera y Berenguer (1923-1931) y precipitaron el fin de la monarquía borbónica.

Los comicios del 20 de noviembre de 1932, que tenían que renovar el Parlament provisional surgido de las elecciones municipales de 1931, fueron ampliamente ganadas por la candidatura que encabezaba Francesc Macià, fundador de Estat Català (1921), promotor de la plataforma ERC (1931) y, hasta aquel momento, president provisional de la Generalitat. La plataforma ERC y sus confluencias (la Unió Socialista de Catalunya de Campalans, Comorera, Serra i Moret y Alomar; la histórica Unió Catalanista fundada por Prat de la Riba y por Domènech i Montaner a finales del siglo XIX; y los partidos Radical Autònom de Tarragona y Republicà Federal de Catalunya) obtuvieron 67 de los 85 diputados de la nueva cámara.

En cambio, la Lliga Catalana, heredera de la Lliga Regionalista, que había sido la formación política hegemónica en Catalunya desde su fundación (1901) hasta el golpe de estado de Primo de Rivera (1923), se quedó con una representación, tan sólo, de 16 diputados. La relación de algunos de sus dirigentes con las tramas de corrupción del régimen dictatorial, sin embargo, sobre todo, la eclosión del fenómeno Macià, le pasaron factura. En aquellos comicios, los partidos de obediencia española no obtuvieron representación parlamentaria. El PRR de Lerroux, la Comunión Tradicionalista Carlista y los partidarios del rey fugitivo Alfonso XIII (agrupados en torno a partidos de extrema derecha) no superaron, por separado, el umbral del 5% mínimo de los votos para acceder al Parlament.