Tal día como hoy del año 1391, hace 629 años, se iniciaba el primer y más importante pogromo contra la comunidad judía de la ciudad. El pogromo de Barcelona venía precedido de dos grandes pogromos que se habían producido, poco antes, en Sevilla (6 de junio de 1391) y en Valencia (9 de julio de 1391), que habían causado centenares de víctimas. El pogromo de Barcelona se inició después del desembarque de la tripulación de un barco procedente de Mallorca, que informó de que la judería de Palma había sido saqueada tres días antes (3 de julio de 1391).

Las fuentes documentales revelan que el linchamiento fue iniciado por un reducido grupo de personas forasteras (que describen como castellanas) que habrían encendido la mecha de la masacre. Este dato coincide, también, con la de las fuentes documentales del pogromo de Tarragona, pocos días después. También, en aquel caso, se relata que, previamente al asalto, un grupo de forasteros (aragoneses y castellanos) habían predicado insistentemente mensajes incendiarios y apocalípticos y habían liderado la turba contra la comunidad judía local.

En Barcelona, una masa incontrolada de gente derribaba la puerta de entrada a la judería y se entregaba al saqueo de las casas, de los obradores, de los comercios y de las sinagogas del barrio; y al asesinato de las personas que no se habían podido refugiar en el castillo y que se habían resistido a ser conducidas en los templos cristianos con el propósito de bautizarlas a la fuerza. En el transcurso de aquella trágica jornada, más de 300 personas murieron asesinadas, y más de 3.000 fueron brutalmente agredidas y forzadas a bautizarse en la fe cristiana.