Tal día como hoy del año 1640, hace 378 años, en el contexto de la revolución y guerra de los Segadors (1640-1652), la Generalitat consignaba una carta que había traído en mano Francesc Puig ―canónigo de la catedral de Tortosa― que denunciaba la actuación de las tropas de retaguardia del ejército hispánico de Felipe IV. En aquella carta el canónigo Francesc Puig revelaba que las tropas hispánicas acuarteladas en Tortosa comandadas por el marqués de los Vélez, pocos días antes se habían dirigido a las poblaciones de Xerta, Tivenys y Aldover (situadas a una hora de camino pedestre de la ciudad) y las habían asaltado, saqueado e incendiado. Los Vélez había entrado a sangre y fuego en Tortosa en julio de 1640, poco después del Corpus de Sangre y poco antes de que las autoridades catalanas iniciaran conversaciones con la monarquía francesa, y una vez en el interior de la ciudad había ordenado docenas de encarcelamientos y de fusilamientos entre los partidarios de la Generalitat.

La carta del canónigo Puig decía: “Lo senyor marquès de los Veles envià cartillas a las universitats (corporaciones municipales) manant aquellas que dins tres dias acuden en la ciutat de Tortosa a fer-li l'obediència, segons diu la proposició comminant-los que passat dit termini y no cumplint-ho ho passarà tot a foch y a sanch; y attès que de la mateixa proposició resulta y en ella se diu que un gros de exèrcit que sa excel·lència governa ha invadit y cremat lo loch de Xarta”. Acto seguido, el dietario consignaba la confirmación de los hechos a través de los correos de la Generalitat, y citaba: “Los deputats del General de Cathalunya han tingut avisos que los soldats que eran entrats en Xerta han cremat casi tota la vila y han trossejat un Christo crucificat, han tirat més de cent escopetades a una imatge de Santa Theresa y han robat la iglésia y feta d’ella cavallerissa y cremat també los lochs de Aldover y Tivenys”.