Tal día como hoy del año 1808, hace 212 años, el general Giuseppe Lechi —del cuerpo del ejército napoleónico comandado por el general de división Guillaume Philibert Duhesme— accedía en el interior de la Ciutadella y del castillo de Montjuïc; y desarmaba y desalojaba a la tropa española sin disparar ni un solo tiro. Según las fuentes documentales españolas, Lechi penetró en el interior de la Ciutadella con una columna de caballería francesa a las 12 del mediodía, poco después de una exhibición militar en el paseo de la Esplanada (actual paseo Picasso).

Según estas mismas fuentes, Lechi tomó posesión de la fortificación, y cesó al gobernador Juan Viard de Jantilly que se limitó a protestar proclamando “¿Esta es la visita que me prometisteis?”. Pasada una hora —hacia la una del mediodía— Viard salió del recinto "corriendo (...) sin sombrero ni color en los labios". En cambio, estas mismas fuentes revelan que los oficiales y la tropa española (que no habían presentado ningún tipo de resistencia a la caballería francesa por ser muy y mucho superiores a la española), quedaron arrestados en el interior de la fortificación.

Según las fuentes españolas, durante la tarde-noche la infantería de Lechi confiscó unas escaleras del convento de Sant Francesc, para saltar la muralla de Montjuïc: los militares (españoles) se ríen de tan débiles medios”. Pero a las once de la noche, Lechi entraba en el castillo de Montjuïc y procedía de la misma forma que lo había hecho horas antes en la Ciutadella. En aquel caso, sería el general Álvarez de Castro —que el año siguiente obligaría la ciudad de Girona a una resistencia inhumana—, hecho que rendiría Montjuïc sin disparar ni un solo tiro.