Tal día como hoy del año 1934, hace 84 años, la prensa de la época publicaba que, en el castillo de Montjuïc, durante la tarde del día anterior se había constituido el tribunal militar que tenía que someter a consejo de guerra a los mandos de los Mossos d'Esquadra que habían dirigido el operativo de defensa del Palau de la Generalitat durante los Hechos del Seis de Octubre. Los acusados “por el supuesto delito de rebelión militar” eran el comandante de artillería Enric Pérez Farràs, el comandante de seguridad Ricard Salas Ginestar, el capitán de artillería Francesc López Gatell y el capitán de caballería Frederic Escofet i Alsina.

La prensa de la época destacaba que  “el acto se celebró en la sala abovedada del Castillo, en la que se vio la causa contra Ferrer i Guàrdia”, el maestro libertario que en 1909 fue acusado de instigar la Semana Trágica y condenado a muerte. También la prensa destacaba que durante la vista se hizo lectura de una pequeña conversación entre el comandante Pérez Farràs, jefe de las Escuadras de Catalunya, y el comandante Fernández Unzué, jefe de las fuerzas de artillería del ejército español que durante la madrugada del 7 de octubre ametrallaron y bombardearon los edificios del Ayuntamiento de Barcelona y del Palau de la Generalitat.

Según la prensa, cuando el ejército español ocupó la plaza de Sant Jaume y dispuso las piezas de artillería, Pérez Farràs le preguntó a Fernandez Unzué "¿a dónde vais?". La respuesta de Fernández Unzué fue "a tomar la Generalidad". Perez Farràs, acto seguido, y siempre según la prensa, le lanzó "tengo órdenes de defenderla y no la tomarás"; a lo cual Fernández Unzué se despachó con un "eso lo veremos". Aquella conversación acabó con el grito del jefe de las Escuadras "Viva la República Federal", que el oficial del ejército español respondió con un "Viva la República española".

El gobierno de la República ordena actuar militarmente contra la Generalitat. Militares españoles que han asaltado a la Generalitat. Fuente Archivo de El Nacional

Se da la circunstancia que el comandante Fernández Unzué sería, posteriormente, juzgado y fusilado el 9 de octubre de 1936 por un tribunal de la República española por su participación en la rebelión militar franquista del 18 de julio. Según la prensa de la época, el capitán Cuñat Reig ordenó a los soldados tirar las armas "porque se trata de una rebelión contra el Gobierno legítimo de la República". Pero, en cambio, Fernández Unzué, que en 1934 había sido testigo de excepción en el juicio contra los mandos de los Mossos, el día que estalló la rebelión salió del cuartel y disparó contra dos transeúntes.