Tal día como hoy del año 1899, hace 122 años, entraba en vigor el Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898 por los representantes de los gobiernos de España y de los Estados Unidos. Aquel tratado ponía fin a la Tercera Guerra de Cuba (1895-1898) y liquidaba definitivamente el Imperio español de ultramar. Cuba, Filipinas y Puerto Rico, con sus economías y con sus sociedades, pasaban a administración norteamericana. Posteriormente, Cuba y Filipinas alcanzarían la independencia (1902 y 1946, respectivamente); sin embargo, Puerto Rico quedaría vinculado a los Estados Unidos en calidad de estado libre asociado (1952).

La colonia catalana de Puerto Rico se concentraba en el barrio de Barcelona de la ciudad de Mayagüez (en la costa occidental de la isla). En aquel barrio habían nacido los líderes independentistas puertorriqueños Josep Francesc Basora (1832), hijo de una familia originaria de Reus; y Joan Rius (1846), hijo de una familia originaria del Vendrell. También, había nacido Pilar Defilló Amiguet (1853), madre de Pau Casals. Las fuentes revelan la existencia y la pervivencia de una extensa colonia catalana formada por estirpes como los Basora, los Domènech, los Ferré, los Mestre, los Pol, los Oller, los Rius, los Segarra, los Lió, los Vergé o los Vinella.

Los catalanes que se quedaron en Puerto Rico quedaron acogidos a la ley Foraker (redactada por el senador republicano norteamericano Joseph B. Foraker y aprobada por el Congreso de los Estados Unidos) que decía textualmente: “Todos los habitantes que continúen residiendo allí, los cuales eran súbditos españoles el día once de abril de mil ochocientos noventa y nueve, y a la sazón residían en Puerto Rico, y sus hijos con posterioridad nacidos allí, serán tenidos por ciudadanos de Puerto Rico, y como tales con derecho a la protección de los Estados Unidos; excepto aquellos que hubiesen optado por conservar su fidelidad a la Corona de España”.